La Epifanía nos recuerda la invitación de Dios para reencontrarnos con él: Obispo de Saltillo

En su mensaje a los fieles católicos de Saltillo con motivo de la celebración litúrgica de la Epifanía de Señor, el Obispo Hilario González García aseguró que esta solemnidad recuerda la invitación que Dios hace a toda persona para encontrarse con Él y descubrir, a la luz de este encuentro “la dignidad de hijos de Dios a la que nos llama”, según manifestó.

Hilario González dijo que el Nacimiento de Jesús ha traído la salvación a toda la humanidad, y en ese sentido, todas las naciones están llamadas a gozar de la vida que el Padre ofrece en su Hijo y a reconocer en Él al Dios cercano y compasivo, y que unidos como hermanos en Cristo “adoremos al Señor todos los pueblos”.

Mencionó que iniciado el 2024 con la esperanza de edificar el Reino de Dios en este mundo, con alegre esperanza desea a todas las personas que habitan en la comunidad diocesana de Saltillo la bendición del Señor en sus hogares, en sus trabajos y en los proyectos para este año y dijo esperar que sigan sirviendo a Dios y a los demás con el ánimo firme de lograr juntos las metas que ayuden a vivir en paz y equidad.

“La Solemnidad de la Epifanía del Señor nos recuerda la invitación que Dios hace a toda persona para encontrarse con Él y descubrir, a la luz de este encuentro, la dignidad de hijos de Dios a la que nos llama. Los magos de oriente que buscan al rey de los judíos nos representan como género humano inquieto por el conocimiento de la razón última de nuestra existencia y el deseo de relacionarse con Aquel a quien busca nuestro corazón, para contemplar la hermosura de Quien estamos hechos a imagen y semejanza”, señaló el mitrado.

“Epifanía es poner de manifiesto a toda la humanidad la presencia de Dios en las aspiraciones de un mundo más humano. La búsqueda de la trascendencia por parte del ser humano no es un deseo vano, ni se puede satisfacer con algún objeto creado. La sed de Dios está escondida en la aspiración humana de bienestar y armonía, tanto en la propia vida como en las relaciones con los semejantes, así como en el deseo de superar las limitaciones de nuestra precaria condición actual”, agregó.

Indicó que la lectura de Isaías menciona que pueblos y reyes caminarán para encontrarse con la luz y la gloria del Señor que resplandece en el mundo, mientras que el salmo anuncia que este Señor Dios “que nace humano y habita entre nosotros, se presenta como rey de justicia y de paz, que saldrá en defensa de los pobres y regirá con equidad, ante quien se postrarán los demás reyes y naciones; un soberano que estará a favor del débil y desamparado, se apiadará del desvalido y pobre, salvará al desdichado”.

Agregó que estas travesías de personas y pueblos en la historia de la humanidad para encontrar un mejor lugar para vivir, un ambiente más amable para desarrollarse, un nivel de vida más justo y próspero, y que hoy se ven en las migraciones, muchas de ellas forzadas bajo el signo de la violencia, son signo de la búsqueda del Dios de la vida, en quien es posible alcanzar la dignidad auténtica y bajo cuya guía encontramos nuestra plena realización.

“Como los sabios del Evangelio, deseamos encontrar al Rey Mesías, digno de ser adorado y a quien ofrecemos los dones que Dios mismo nos ha confiado para hacer el bien en este mundo: el oro de nuestra mente, el incienso de nuestro corazón y la mirra de nuestra carne. La distribución de la gracia del Señor está destinada a toda la humanidad, toda persona está llamada a heredarla y pertenecer a la familia de Dios, todos estamos llamados a ser epifanía del Señor”.

“No perdamos de vista la estrella que nos guía al Señor, no dejemos que las preocupaciones de este mundo nublen su brillo. Sigamos con fidelidad y perseverancia el resplandor de la estrella, y fijemos nuestros ojos en Jesús Niño para llevar su buena noticia de salvación al mundo entero”, exhortó el Obispo en este mensaje. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)