¿Por qué el póker es también considerado un deporte mental?

Quienes no conozcan el póker a fondo podrían llegar a pensar que este, como muchos otros juegos de cartas, se trata completamente de un juego de azar. Aunque este está lejos de ser el caso, es verdad que ante el ojo inexperto muchas de las sutilezas del deporte pueden pasar por alto. Es por eso que en esta oportunidad vamos a intentar borrar este mito y diferenciar bien a los juegos de azar de los verdaderos deportes mentales.

Juego de Azar

Empecemos definiendo que es un juego de azar. Este tipo de juegos, como su nombre lo indica, están dominados por la suerte. Aquí, la habilidad de cada jugador o jugadora es por completo irrelevante, ya que el resultado sería el mismo independientemente del jugador.

En los juegos de azar no hay estrategia, o si la hay, esta cumple un rol muy básico y casi no afecta el resultado final de cada partida. Con esto podemos dividir a los juegos de azar en parciales, donde aunque la suerte está involucrada también puede haber algún tipo mínimo de estrategia, o los juegos de azar totales, donde es puro azar, como los dados.

De esta forma, cualquier persona puede jugar a un juego de azar puro y el resultado va a ser el mismo. Sin importar si es la primera vez que uno lo juega o si es un “experto”.

Deportes mentales

Por otro lado, en los deportes mentales la estrategia aparece como uno de los pilares. Aquí, la diferencia entre un buen y un mal jugador no solo es notoria, sino que define por completo al juego.

Algunos deportes mentales dependen total y exclusivamente de la estrategia del jugador, sin ningún tipo de fuerza externa. Ejemplos de esto podrían ser el ajedrez o las damas.

Sin embargo, puede haber elementos de suerte involucrados en los deportes mentales sin que por esto dejen de ser deportes. Aquí, la probabilidad aparece como un factor más a tener en cuenta por los jugadores en su estrategia. Cómo estamos por ver, en el póker la probabilidad toma un rol protagónico en cada partida.

El póker

El póker es un juego que combina elementos de habilidad y suerte en proporciones distintas. Aunque en ocasiones ambos factores se entrelazan, es innegable que un juego habilidoso puede dar la impresión de estar respaldado por la ‘buena fortuna’.

Desde el inicio, es esencial comprender que el póker es un juego de complejidad notable, con una teoría y estrategia profunda que abarca dinámicas de juego, reglas detalladas, jerarquías de manos y tácticas de apuestas que demandan dominio total.

El camino hacia la profesionalización en el póker no es sencillo. Es important especialmente considerer los consejos y tácticas para jugadores en línea, particularmente y participar en  las sala mas prestitigiosa donde tanto el Texas Holdem como el Omaha Poker cuentan con una rica colección de guías, análisis de expertos y valoraciones que ayudan a determinar las estrategias más efectivas. Te invitamos a descubrir la emoción del póker en la plataforma donde la diversión y la competencia se unen para ofrecerte una experiencia única con una importante variedad  de juegos de poker.

El flujo constante de jugadores inevitablemente da lugar a una competencia más reñida. Sin una estrategia de póker sólida, es difícil esperar destacar frente a jugadores más experimentados y habilidosos.

Volviendo al póker, aquí podemos ver que sin lugar a dudas aunque la suerte tiene un peso, este está lejos de ser el único factor en juego. En principio, aquí la suerte aparece como la probabilidad, una parte que cada jugador debe tener en cuenta en los distintos tipos de juegos.

El número de cartas jugadas, las que les tocaron a cada jugador, las que están en el mazo, todas estas posibilidades, aunque dependen de la suerte, pueden (y tienen que) ser medidas y rastreadas por los jugadores para guiar su juego.

Por otro lado, lo que diferencia a un buen de un mal jugador es la habilidad. No solo en medir las probabilidades, sino en cómo se desempeñan en los distintos juegos mentales que suceden durante todas las partidas.

En toda partida de póker, un jugador está siempre vigilando y siendo vigilado. Esto abre un doble juego en el cual uno tiene que mantener la calma bajo presión y tratar de presionar a otros jugadores.

De hecho, la habilidad en una partida de póker es tan importante que muchas veces un jugador mediocre puede tener una ventaja. Esto sucede ya que los jugadores más experimentados suelen saber a fondo la mentalidad de otros expertos, por lo que les suele descolocar cuando los demás juegan movidas directamente malas.

Esto sucede ya que la teoría de juegos también aparece en cada juego de póker. En esta uno trata de anticipar las movidas del rival, pero toda la teoría se basa en que el otro siempre trata de hacer la mejor jugada posible, cosa que no es el caso en los malos jugadores.

Creemos que habiendo explicado bien las diferencias entre ambos tipos de juegos quedó más que claro que el póker se mantiene como uno de los ejemplos de manual de deportes mentales.

Si bien este incluye algunos elementos del azar, estos tienen una influencia mucho menor en el desarrollo de las partidas que la habilidad del jugador. Muy por el contrario, aquí el azar aparece como un elemento más para tener en cuenta y desarrollar el pensamiento estratégico.