EMPODERAMIENTO SOCIAL

Al concepto empoderamiento se le atribuye su origen a la educación popular de Paulo Freire en la conciencia crítica, cuando afirma que es necesario ofrecer al pueblo una educación valiente, que lleve a la reflexión sobre sí mismo, el tiempo, la responsabilidad “Una educación que le facilitase la reflexión sobre su propio poder de reflexionar y que tuviese su instrumentación en el desarrollo de ese poder, en la explicación de sus potencialidades, de la cual nacería su capacidad de opción” El término empoderamiento lleva implícito el proceso de capacitación para obtener la emancipación, es decir, la independencia respecto de un poder, una autoridad, una tutela o cualquier otro tipo de subordinación o dependencia. Es ayudar a las personas a entender que tiene derecho en la toma de decisiones y acceso al poder, a la toma de conciencia del poder individual para la recuperación de la dignidad.

El concepto de empoderamiento lo podemos entender en varios sentidos, como la expansión en la libertad de escoger y de actuar, aumentar la autoridad y el poder del individuo sobre los recursos y las decisiones que afectan su vida. Se mencionan cuatro elementos claves de empoderamiento: acceso a la información, inclusión y participación, responsabilidad, capacidad local y de organización. Los estudiosos del tema coinciden en que los procesos de empoderamiento se manifiestan en los grupos más desfavorecidos, éste encierra un cambio individual y un cambio en los procesos y las estructuras que provocan la situación desfavorecida de las personas.

La estrategia para avanzar de una condición perjudicial a una mejor: es hacer valer el poder, es decir, tener acceso al control de los recursos materiales y simbólicos, lograr influencia y participación en el cambio social. Lo que implica la toma de conciencia individual y por ende grupal por parte de estos colectivos, conocer sus derechos y capacidades. El empoderamiento proporciona los cimientos para que las personas tomen fuerza para participar y defender sus derechos, de manera individual y posteriormente grupal para trabajar en objetivos comunes: ¡se logra con la acción!

Para que los individuos logren empoderarse es fundamental que tengan acceso a la educación, ya lo señalaba Nelson Mandela “ La educación es el arma más poderosa que puedes usar para cambiar al mundo” debido a que proporciona los pilares para poder comprender la realidad en la que se vive, proporciona las herramientas para poder analizar las situaciones que se presentan, despierta la curiosidad por conocer, te lleva directo al camino de la ciencia y la tecnología, te permite buscar los medios para tener bienestar, todo esto es posible siempre y cuando la educación sea de calidad. Cuando el mayor deseo del individuo sea el bien común y no sólo personal.

Una educación de calidad, jamás adoctrina a las personas, la educación cuyo objetivo sea adoctrinar está destinada a enseñar sólo los principios de una creencia o doctrina,  es utilizada por los gobiernos autoritarios con la única perversa intención de tener el mayor número de partidarios y así, tener el control absoluto del poder, se limita a dar instrucciones sobre cómo hacer y comportarse de acuerdo con la ideología dictada por el gobierno, sólo eso, si se piensa o actúa diferente se elimina totalmente para evitar influenciar a otros y hacer una rebelión. Lo funesto es adoctrinar a los niños, porque se les cortas las alas de la creatividad, innovación, invención, mutilas su inteligencia, pretendiendo hacer personas que no tengan decisión, quién decide por ellos el gobierno.

En cambio, una educación de calidad no adoctrina, al contrario, permite que las personas generen sus propios criterios, decisiones, opiniones, pensamientos, juicios, porque ofrece mejores formas de relacionarse con los seres humanos, inculca valores cívicos para una buena convivencia entre los diferentes grupos que integran una sociedad, como la solidaridad, tolerancia, responsabilidad, equidad, respeto. Esta educación permite que la sociedad se empodere y haga valer los Derechos Humanos, de esta manera se cumplen con los deberes y obligaciones ciudadanas permitiendo la convivencia en paz. Abre de par en par, las puertas para que todas las personas tengan las mismas oportunidades para lograr la prosperidad y el progreso.

Por ello, es importante que la sociedad se empodere, pierda el miedo, deje de ser sumiso, dócil, obediente, conformista, apático, abra los ojos y vea claramente hacia donde nos quieren llevar a los mexicanos, con las fatales medidas que están tomando desde palacio nacional, no es posible que se mutile la libertad, y no expresemos nuestra inconformidad, aún se puede recuperar lo perdido, no dejemos pasar más tiempo. No va a hacer fácil, porque tienen como se dice coloquialmente “el sartén por el mango” pero la buena noticia es que somos cada día más los que deseamos un país que progrese, goce de paz y tranquilidad, buena educación, atención médica, en fin, bienestar para todos. ¡empoderémonos!

 

 

 

Autor

Susana Cepeda Islas
Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
Artículo anteriorSaltillenses forman parte de la décima generación “Líderes del Mañana” del Tec de Monterrey
Artículo siguientePREGONERO | No me salgan con que Cuquita los bolseó
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.