COMO DECÍA MI ABUELA

Sacar el cobre… 

Cuando mi prima era pequeña, era muy notorio que mi abuela la consentía más que a los demás.  En general a mí no me molestaba, pero sus hermanos renegaban constantemente de ella ya que les hacía travesuras y luego se refugiaba en mi abuela para que no la regañaran. Mi abuela les decía –ay qué feos son con m’ija, luego luego «sacan el cobre«- y se llevaba a mi prima de la mano, mientras los hermanos la miraban con recelo.

En esta época, veo a muchos políticos y personajes públicos «sacando el cobre». Lo hizo por ejemplo, el senador Miguel Ángel Mancera al otorgar un premio dirigido a «hombres y mujeres que han puesto en alto el nombre de México» a la influencer conocida en redes sociales como «Kimberly la más preciosa». Sin duda, actualmente el talento artístico también encuentra su nicho en las redes sociales, pero me parece que este tipo de acciones van más encaminadas a generar simpatía y popularidad para el Senador, y no necesariamente, a honrar a lo más destacado de México.

Otros que también «sacaron el cobre» fueron aquéllos dispuestos a apoyar al violador de sus propias hijas Manuel Cavazos López, y ratificarlo como magistrado, aún y cuando saben que la ley tres de tres, la cual ya fue ratificada a nivel nacional, prohíbe a los agresores sexuales acceder a cargos públicos. Es un total absurdo que un violador y pederasta pueda ser apto para impartir justicia.

También las autoridades de la Secretaría de Seguridad Estatal, al dar seguimiento a la recomendación 12/2022 emitida por la comisión de Derechos Humanos, respecto a una violación ocurrida en aquel año en una penitenciaría de Chalco, donde una mujer fue agredida por una mujer trans, pues para dar cumplimiento a la recomendación, se impartió el curso «Derechos humanos y perspectiva de género en el ámbito penitenciario».

Cierto que los derechos humanos son temas importantes, pero si no son respetados ni los derechos de los propios servidores públicos, menos se van a respetar los de los ciudadanos. Para cumplimentar, se tendría que ir al fondo, a las costumbres machistas tan arraigadas, donde se normaliza la violencia al interior de las prisiones y dónde las quejas de las reclusas son ignoradas hasta que sus consecuencias son muy serias.

Parecerían casos aislados, pero cada uno de estos ejemplos nos refleja la falta de Voluntad Política por parte de las autoridades para ejercer un verdadero cambio, y, sobre todo, para garantizar el derecho de las mujeres a una vida libre de violencia.

Estas son sólo muestras de cómo las autoridades «sacan el cobre» y nos dan una excelente oportunidad para observarlos. No serán las últimas, lo aseguro, puesto que, en época electoral, siempre podemos observar lo mejor y lo peor, de quienes conforman las cúpulas del poder. Ellos solos, ponen en evidencia que; o no saben hacer su trabajo, o no lo quieren hacer, pues sus intereses personales pesan más que el bienestar de la sociedad.

 

Autor

Leonor Rangel