COMO DECÍA MI ABUELA

Por uno que madruga…

Después de la cosecha mi mamá y mis tías, junto con mi abuela, hacían postres con mermelada de durazno y guardaban sendos frascos de estás frutas en almíbar en la alacena. De vez en cuando mi abuela nos pedía que buscáramos algún frasco y nos obsequiaba como postre los duraznos caseros que habían preparado. En una ocasión que nos pidió el frasco que se encontraba en el refrigerador, nos encontramos en la cocina a uno de mis primos, bastante conocido por su gusto por comer, sentado a la mesa y dándole fin a los duraznos de aquel frasco. Mi abuela se rió y nos dijo «por uno que madruga, hay otro que no se duerme» y procedió a sacar un nuevo recipiente de la alacena.

Tal como lo señaló mi abuela en su dicho existen partidos políticos que nos quieren «madrugar» con sus pésimos candidatos, muchos de los cuales cuentan con denuncias por violencia en contra de las mujeres, agresiones sexuales o adeudos de pensiones alimenticias, es decir, candidatos que incumplen con la tres de tres contra la violencia que ya es una ley aprobada a nivel constitucional y por lo tanto obligatoria para todos los estados de la república mexicana.

Ante lo anterior, a las activistas que forman parte de la colectiva Todas MX no les quedó más remedio que sacrificar horas de sueño para promocionar la creación y recopilar la información que sustenta las antiboletas para las elecciones 2024.

Se reciben denuncias de todos los rincones del país acusando a diferentes candidatos de todos los partidos, porque nos damos cuenta que no importan los colores, a la clase política de este país no le interesa atender a la mitad o más de la mitad de sus ciudadanos que somos las mujeres.

Somos tratadas como minoría aunque no lo somos, como ciudadanas de segunda aunque no lo somos, y nuestros derechos son tratados como dádivas obsequiosas de los candidatos y los partidos aunque son el resultado del esfuerzo y el trabajo de grandes mujeres activas dentro del feminismo.

Cuando sucede una injusticia nos quejamos de que nadie hace nada pero no somos capaces de cuestionarnos si aquellos que van a aparecer en las boletas como nuestros “dignos representantes” realmente son dignos y realmente representan aquellos valores que como sociedad necesitamos cubrir. Lo he dicho antes y lo repito ahora, la lucha feminista es una lucha por los derechos humanos de todas y todos no solamente en México sino alrededor del mundo, pero cada quien desde su trinchera puede realizar aportaciones para que de verdad exista un cambio. Por principio los invito a revisar las páginas en las redes sociales; X, antes Twitter, Instagram y Facebook de Todas MX en donde se estarán publicando las antiboletas para estas elecciones 2024. Todas se encuentran sustentadas en documentos legales, muchas veces esos documentos son muy difíciles de conseguir puesto que los políticos se valen de ese poder que emana de su autoridad para evadir la justicia en lugar de hacerlo para cuidar las leyes y pretenden seguir haciéndolo, pretenden seguirse escudando en el fuero que un puesto público les supone y de esa manera seguir violentando nuestros derechos, ¿hasta cuándo les vamos a dar el permiso? ¿hasta cuándo los vamos a dejar «madrugarnos»?

Aquí ninguno se salva, como decía mi abuela «por uno que madruga, hay otro que no duerme» y de verdad debería escandalizarnos la cantidad de aspirantes  que cuentan con denuncias o sentencias sin ejecutar porque se pierden en los recovecos que las leyes les permiten para su beneficio y en perjuicio de los derechos de los demás, y esto es así, porque vivimos en un mundo en el que no nos gusta criticar, o sea analizar con ojo crítico, pero sí señalar y juzgar de manera chismosa eso se nos da muy bien, y esto es porque nos tienen adoctrinados, desde palacio nacional se nos dice qué pensar, que no pensar, cómo hablar, cómo no hablar, con qué comulgar y con qué no. O somos fifis o somos chairos, si somos feministas somos unas vendidas a la oposición cuando la realidad es que la única oposición al poder público actualmente somos los activistas, aquellos que peleamos por los DDHH y por eso periodistas y activistas son los más perseguidos durante este sexenio de AMLO. Así que, como diría mi abuela «por uno que madruga, hay otro que no duerme», no permitamos el “madruguete” ¡México despierta! #NingúnAgresorEnElPoder.

 

 

 

Autor

Leonor Rangel
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