MAÍZ TRANSGÉNICO Y EL DERECHO A LA ALIMENTACIÓN  

Después de la crisis alimentaria generada por la segunda guerra mundial, parecía que la tecno e industrialización de los alimentos era la solución.

Pero a partir de las décadas de los 80’s se empezó a observar que problemas –que siempre han existido– como sobrepeso, cáncer, diabetes, entre otras, se generalizaron y acrecentaron. Las investigaciones explicaron que ello se debía a la tecno-industrialización de los alimentos. El documental, “super engórdame” (del cineasta Morgan Spurlock ) expuso con mucha claridad el origen del problema. Y recientemente, en este año, el documental “Intoxicación: la cruda verdad sobre nuestra comida” (cinta dirigida por Stephanie Soechtig) abonó con información sobre la gravedad del problema.

Todo esto viene a comentario a propósito de la reciente disputa entre México y Estados Unidos por motivo del maíz transgénico.  Lo que ha sucedido es lo siguiente: México y Estados Unidos son socios comerciales en virtud de tratado T-MEC. Este tratado permite que Estados unidos exporte a México maíz transgénico.  El acto comercial no es menor para Estados Unidos pues solo en el año 2022 se dijo que el valor comercial fue de más de 18 mil millones de dólares. El gobierno mexicano, ha revisado los términos del Tratado y emitió un decreto en el que restringe la importación de maíz transgénico destinado para el consumo humano. Estados Unidos ha señalado que no hay evidencia científica que muestre el daño del maíz transgénico. Para solucionar el problema se instalará un panel técnico-científico que determinará. La solución estará en próximos meses.

Jurídicamente, el tema es relevante pues puede significar las primeras bases de una nueva relación comercial con todas las empresas que proveen a México tanto nacionales como internacionales. Particularmente se debe recordar que en diversos medios ha circulado que México importa más del 80 % de sus productos alimenticios, lo que significa que gran parte de los que comemos en México, viene del extranjero. Los productos importados no solo son el maíz, sino el arroz, manzanas, peras, uvas y así la lista es extensa.

México tiene una garantía constitucional del derecho a la alimentación que ha sido reconocido desde el año 2011. El artículo cuarto establece que “Toda persona tiene derecho a la alimentación nutritiva, suficiente y de calidad. El Estado lo garantizará”.

Esta norma constitucional es la guía para evaluar la situación específica de nuestro país. Sobre este aspecto es necesario tener presente que de acuerdo a la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut-2018) más de la mitad de mexicanos vive en la inseguridad alimentaria. Por otro lado, en el documento con el nombre “Factores socioeconómicos de la transmisión intergeneracional de la obesidad en México. Resultados de la Cohorte NUTTSEA, 2017-2019” se señala que de las personas encuestadas “ el 53% de las mujeres tuvieron condición de sobrepeso y obesidad. Se identificaron tres patrones dietéticos no saludables; el 53% reportó algún grado de inseguridad alimentaria; y se reportó que  8.3%  de  los  menores  tenían  un exceso  de  peso”.

Por todo ello, el derecho a la alimentación en México debe ser un tema prioritario de agenda nacional.