En todo el país se ven grandes espectaculares de las “corcholatas” llamadas así por el presidente del país, término que él utiliza para mencionar a los posibles candidatos a sucederlo en la silla presidencial, una corcholata sirve para tapar y destapar una botella, es una metáfora para destapar, término utilizado en el pasado por Leandro Rovirosa en 1976. Los aspirantes del partido en el poder se han esmerado en hacer propaganda antes de tiempo y obviamente gastado una gran cantidad de dinero, ¿Qué Dios sabe de dónde viene? (es un decir, porque si sabemos). La propaganda electoral sirve o es útil para dar a conocer a los personajes y sus propósitos que están en la contienda política para ocupar algún puesto de elección popular, según el diccionario de la Real Lengua Española la propaganda es realizada en una campaña electoral, destinada a la captación del sufragio a favor de una determinada candidatura o acción y efecto de dar a conocer algo con el fin de atraer adeptos.
Nuestra Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos en su artículo 41, menciona cómo se lleva a cabo la renovación de los poderes Legislativo y Ejecutivo, llevada a cabo mediante elecciones libres, auténticas y periódicas. En el Apartado III, habla del derecho de uso de los medios de comunicación social por parte de los partidos políticos. En el aparatado A. se dice que la autoridad para administrar las campañas es el Instituto Nacional Electoral. En el Apartado C. hace referencia a que la propaganda política o electoral que difundan los partidos deberán abstenerse de expresiones que denigren a las instituciones y a los propios partidos, o que calumnien a las personas. Con esto quiero demostrar que existe una norma para los partidos políticos, en cuanto a la propaganda política que deben hacer en tiempos electorales. Pero como se ha demostrado, al huésped de palacio no le importa la Ley y la viola libremente, además de insultar, calumniar, mentir ese es su quehacer diario, no el gobernar.
Lo lamentable es, cómo el presidente y las corcholatas están seguros de que pueden convencer a los ciudadanos con una serie de frases falsas, engañadoras y embusteras; aun cuando su actuación en la política deja mucho que desear, sospecho que están seguros de que los ciudadanos somos muy tontos para creerles con los ojos cerrados. Para muestra un botón lea con cuidado los mensajes que están utilizando en sus grandes espectaculares en todo el territorio mexicano:
Claudia Sheinbaum “para que siga la transformación” “baja la delincuencia 58% en 3 años en la CDMX” “es Claudia la de AMLO”. Marcelo Ebrard “Con Marcelo si” “México con Marcelo” “40 años: amor por México” “23 años de luchar juntos” “continuidad con cambio”. Adán Augusto López “el más cercano a AMLO” “#Ahora es Adán Augusto” “que siga López estamos Augusto” “López x López” “Adán Augusto +López +4T +Pueblo”. Ricardo Monreal “De aquí pal real todos con Monreal” “Monreal contra el mal” “¡ni nos vamos a dejar. Ni nos vamos a rajar. Todos con Monreal” “Una oportunidad real Ricardo Monreal”.
Parece que uno de los principales objetivos de los militantes de la 4T es indudablemente mentir a diestra y siniestra, es el antivalor más utilizado, afirmar cosas que ellos saben que no es verdad. Una mentira puede ser una falsedad justificada o una verdad selectiva, extremar una verdad, si la intención es engañar o causar una acción en contra de los intereses del oyente. Que es lo que ha pasado con este sexenio, revise por favor las promesas que hizo el presidente en su toma de protesta, y se dará cuenta que impunemente hizo todo lo contrario. No se ha frenado a la delincuencia, sino al contrario va alarmantemente en aumento; no hay medicinas, no hay atención médica, menos tratamientos; la educación está fatal, en fin, ya no le sigo.
Es hora de poner un alto a esta situación atroz, los ciudadanos tenemos el deber de ser más analíticos, estudiar bien a los aspirantes, su carrera política, sus resultados, su experiencia, sus aciertos y errores. He observado que dejamos la responsabilidad en una persona para que nos solucione los problemas, creamos mesías, los aclamamos, los veneramos, hasta nos vestimos como ellos, pensamos que son nuestros salvadores, que nos van a liberar, que van a dar orden al caos, en poco tiempo.
Le recuerdo que no es así, la situación del país es delicada, debido a que es más fácil destruir que construir, en esta edificación todos tenemos que desempeñar un gran papel, ¡empecemos hoy! No hay que esperar a que llegue una persona a gobernar. ¿Cómo? Preocupándonos por dar una buena educación a nuestros hijos, enseñándoles valores con nuestro ejemplo con uno sólo: el respeto; cuidando el planeta, no tirando basura, no desperdiciando agua; siendo justos en nuestras acciones; ayudando al prójimo y erradicando de nuestras vidas la cultura del “gandaya” esa que se aprovecha de alguien o se apropia de algo de manera artera. Le aseguro que tendríamos un país mejor.
Autor
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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