Al señalar que, de acuerdo con su origen, el yoga está ligado íntimamente con la religión del hinduismo, el sacerdote Vicente Eliamar Vega Carrales, encargado de la Pastoral de la Vida en la Diócesis de Saltillo, aseveró que los católicos no deberían practicarlo ya que -en sus palabras- representa una contradicción a su creencia.
«Es una expresión religiosa, yoga significa camino y entonces quien es cristiano sabe que Dios es el camino y no puede haber otro camino; no sólo es ejercicio, cada postura física tiene una expresión simbólica más toda una doctrina que le respalda», comentó en entrevista con medios.
En este sentido, indicó que esta actividad toma como base al panteísmo, doctrina que se basa en que todo cuanto existe tiene un grado de divinidad, lo que, en su opinión, cuestiona a Dios como figura única de la creación.
«Le exige a la persona que lo práctica una disciplina del total de la vida, entonces no es sólo el ejercicio, es una visión del todo. Es incompatible con la fe cristiana», expresó.
«Hay una visión de fondo que se llama panteista, todo es Dios, tú eres Dios, yo soy Dios. Cuando se habla de energías, de la energía que tiene que fluir y eso es una visión panteista, entonces contradice la fe». (OMAR SOTO)
