EL DESPERTAR DE LA SOCIEDAD MEXICANA

El inquilino del Palacio Nacional con su larga lista de decisiones erradas y que van en aumento, está provocando afortunadamente que la sociedad mexicana despierte del letargo que le provocó apatía ante los sucesos de la política, salir a las calles a defender a las instituciones es un acto valeroso de la sociedad. El presidente está decidido a acabar con las instituciones que se crearon con el propósito de que los ciudadanos puedan monitorear, evaluar, pero sobre todo exigir cuentas a las autoridades y funcionarios gubernamentales sobre su gestión.

El único objetivo del actual gobierno es cambiar de régimen, vamos hacia el autoritarismo, empezando por otorgar a los militares mayor control en las actividades que deben realizar la población civil, lo que provocaría, un retroceso en la sociedad al vulnerar los derechos humanos. Es vergonzoso como últimamente se ha lanzado en contra de los ministros de la Suprema Corte de Justicia, en especial de la ministra presidente Norma Lucía Piña Hernández.

Lo que originó que un grupo reducido de personas comandadas obviamente por el inquilino de Palacio Nacional y el partido en el poder, se instalarán en la entrada principal de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, para exigir la renuncia de su presidenta, colocaron lonas, pancartas, mantas con mensajes insultantes, groseros, con frases como: “parásitos” “vende patrias” “fuera narco ministros” entre otras que omito mencionar. Las razones de los reclamos se debieron a que la Suprema Corte invalidó la transferencia de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa Nacional, argumentando que esta acción era una traición a la patria ¡hágame usted el favor!

Esto es producto de las terribles declaraciones del presidente en su conferencia mañanera, donde se ha dedicado a desprestigiar a la Suprema Corte de Justicia afirmando: “la persistente corrupción de jueces y magistrados a quienes acusó de servir a los intereses creados e ignorar a los que menos tienen”. “Es protegernos hasta de la Corte porque no le tenemos confianza. Hay una acción deliberada, de mala fe, antipopular, concertada, en la cual está coludida la Corte”. En fin, la lista de descalificativos al poder Judicial es larga, repugnante y fuera de contexto.

La fuerza ciudadana salió a las calles el pasado 28 de mayo, nuevamente la sociedad se movilizó en contra de los ataques que el presidente de la República realiza sobre los ministros de Justicia de la Nación, sus voces retumbaron en las paredes de Palacio: “La ley es la ley” y “La corte no se toca”, todos ellos vestidos de blanco.  Es un acto cívico manifestar el apoyo a la ministra presidente, gritando a todas voces “Norma Piña, no estás sola”.

En este evento los ciudadanos expulsaron con gritos de “¡fuera, fuera, fuera!” al pequeño número de manifestantes a los cuales la policía resguardo inmediatamente, los asistentes a la manifestación demostraron que son correctos, se comportaron respetuosamente en ningún momento los agredieron físicamente, como los simpatizantes del partido en el poder acostumbran a hacerlo, quitaron los carteles ofensivos y los echaron fuera, liberaron la puerta del Tribunal, así es como también se va a liberar el país de un gran tirano. Con estas acciones los mexicanos exigiremos al gobierno: salud, educación, seguridad, empleo entre otras, que tenemos derecho y así evitar que este gobierno se empeñe en destruir instituciones, en aumentar la pobreza, adoctrinar a los niños con una educación enajenante, a no dar medicamentos, mucho menos atención médica, entre otras atrocidades que ha realizado este nefasto gobierno.

La sociedad esta despertado, se reconoce como una fuerza social que si se organiza puede conseguir el bien común, puede tener influencia en las decisiones de nuestros políticos, exigir que se trabaje para alcanzar el desarrollo social y económico que merece una persona que vive en un régimen democrático. Una sociedad organizada no permite que se violen sus derechos, recordemos que las leyes son útiles en una sociedad porque regulan su comportamiento, y nos obligan a respetarla sin excepción. Con ellas logramos una convivencia armoniosa entre los individuos.

Todos los mexicanos estamos obligados a cuidar nuestras leyes, porque con ellas se refuerzan los valores sociales como son: la justicia, el respeto, la solidaridad, la responsabilidad, la gratitud, el amor al prójimo, entre otros. Yo le pregunto querido lector ¿esto lo hace nuestro presidente? Por supuesto ¡que no! Su propósito es dividirnos, yo creo que no le quedaron claras las clases de Ciencia Política, cuando veíamos a Maquiavelo, él aconseja “divide y vencerás” pero al enemigo no al pueblo. Entendamos que unidos los ciudadanos podemos exigir a nuestro máximo gobernante que velé por los intereses de todos y no por los suyos. Espero que los coahuilenses demostremos nuestro amor a la patria y también gritemos ¡fuera, fuera, fuera el partido en el poder! Y que triunfe la democracia.

 

Autor

Susana Cepeda Islas
Susana Cepeda Islas
Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros.
Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.
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Cursó la Licenciatura en Ciencias Políticas y Administración Pública en la UNAM. Obtuvo el Grado de Maestra en Psicología Social de Grupos e Instituciones por la UAM-Xochimilco y el Doctorado en Planeación y Liderazgo Educativo en la Universidad Autónoma del Noreste. Cuenta con la Especialidad en Formación de Educadores de Adultos por la UPN; y con los siguientes diplomados: en Calidad Total en el Servicio Público, Análisis Politológico, y en Administración Municipal en la UNAM, entre otros. Ha desempeñado diferentes cargos públicos a nivel Federal, Estatal y Municipal e impartido cursos de capacitación para funcionarios públicos, maestros, ejidatarios en el área de Administración Pública y Educación. Catedrática en la UNAM, UA de C, UVM, La Salle y en la UAAAN. Asesora y sinodal en exámenes profesionales en el nivel licenciatura, maestría y doctorado. Ha publicado varios artículos en el área de administración pública y educación en diferentes revistas especializadas, ha asistido a diferentes Congresos a nivel nacional e internacional como ponente en el área de Administración Pública y Educación, coautora en dos libros. Autora del libro Islas de Tierra firme.