No-cosas
Es tanta la información que compartimos a diario que difícilmente tenemos oportunidad de darnos un respiro y detenernos a pensar ¿a dónde nos está llevando esta marea de datos, tendencias y cultura digital?
Byung-Chul Han, doctor en filosofía y profesor en la Universidad de las Artes de Berlín, ofrece una perspectiva por demás interesante a la pregunta anterior y a muchas otras a través de su libro: “No-cosas”, editorial Taurus, 130 páginas, y hay que decirlo, un ejemplar nada oneroso para el conocimiento que comparte.
Han, es capaz de lograr, gracias a diagnósticos certeros y sólidamente construidos, que el lector detenga su paso en el vaivén digital-tecnológico, y justo en esa frontera, considere un amplio panorama de lo que sucede en esta etapa de exceso informacional conocida como: la era del “phono sapiens”.
Existe una gran tendencia a la desmaterialización y por consiguiente a la desaparición de las “cosas”, las cuales necesitamos para generar recuerdos, historia y experiencia personal. Lo digital invade la esfera material y transforma los momentos en datos, los cuales almacenamos, pero no poseemos.
El exterminio de la comunidad; la seducción escondida del sometimiento (ejemplificada cuando aseguramos: “yo controlo mi teléfono y no a la inversa”, pero, ¿qué sucede si acaso perdemos nuestro smartphone?); lo digital que no prohíbe, pero nos vuelve adictos; la hiper-comunicación que destruye la empatía por los otros y nos remite a padecer la soledad; el pensamiento analógico del ser humano y la diferencia con la inteligencia artificial; todos, cuestionamientos que nos harán replantear realmente nuestro papel en la tendencia digital actual.
Porque como bien apunta Byung-Chul Han: «Hoy corremos tras la información sin alcanzar un saber. Tomamos nota de todo sin obtener un conocimiento. Viajamos a todas partes sin adquirir experiencia. Nos comunicamos continuamente sin participar en una comunidad. Almacenamos grandes cantidades de datos sin recuerdos que conservar. Acumulamos amigos y seguidores sin encontrarnos con el otro. La información crea así una forma de vida sin permanencia y duración.» Un libro que realmente vale la pena leer, para permanecer.
Somos lo que hemos leído y esta es, palabra de lector.
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