Padres dejan a la mano de niños y jóvenes alimentos chatarra sin medir las consecuencias: especialista

 

La responsabilidad de una infancia sana y garantizar el derecho a una buena nutrición es de los padres de familia, señaló el director de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de Coahuila Jesús Ángel Padilla Gámez.

Lo anterior al reprochar que sean los padres de familia quienes dejan a la mano de niños y jóvenes alimentos chatarra sin medir las consecuencias que tendrán a largo plazo en sus vidas.

El bariatra de profesión además advirtió de convertir a los menores en fumadores pasivos dentro del hogar por la irresponsabilidad de papas o mamás fumadoras, lo cual les atrae un sinfín de problemas de salud a corto plazo.

Comentó que en comida chatarra, México se lleva “medalla de oro” en consumo de bebidas azucaradas, donde a los niños desde que son bebés se les da refresco y aprenden a decir como su primera palabra “coca”.

Reprobó que se les prefiera dar “coca” que frutas o verduras o un vaso de leche al poner como ejemplo que en México se consumen al año 163 litros de refresco por persona contra 80 litros de leche.

Además, que la obesidad se ve incrementada por el tiempo que pasan los niños en televisión o dispositivos donde son bombardeados por alimentos chatarra y sedentarismo.

Lamentó que son los niños de 3 a 5 años de edad a los que se les enseña a preferir las papas fritas, el refresco o alimentos con nada de valor nutricional para entretenerlos.

“Lo único que podemos hacer para que se revierta esto, es la educación para hacer valer el derecho de una persona a una nutrición sana como derecho humano”, indicó.

Aunado a esto señaló que los malos vicios de los padres como el fumar hacen más propensos a los niños a enfermedades como la presión arterial.

“Padre fumador igual a niño asmático, el humo de tabaco afecta el aprendizaje de los jóvenes y dice un estudio que exponer a un niño, aumenta 50 por ciento la posibilidad de desarrollar trastornos neuroconductuales”, alertó finalmente Padilla Gámez. (DAVID GONZÁLEZ | INFONOR)