A LA BÁSCULA

Congruencia y compromiso

Dice el lugar común que las comparaciones son odiosas, y ciertamente para muchos resulta incómodo, molesto y hasta irritable porque que los comparen con ‘los de antes’, eso ‘sí calienta’ diría el clásico, pero en el terreno de los hechos, en lo práctico, a ras de cancha para decirlo simple y llanamente, muchas veces resulta inevitable. Porque la incongruencia de muchos entre los dichos y los hechos, también irrita, molesta, calienta y hasta encabrona a muchos de los que resultan agraviados, afectados, ofendidos por determinadas actitudes.

Mientras algunos presumen de una austeridad republicana y llegan al extremo de la pobreza franciscana, aunque sólo en el discurso, porque en los hechos realizan acciones que le cuestan un ojo de la cara a los ciudadanos, y lo peor, con acciones innecesarias, absurdas, estériles, como encuestas para que el ‘pueblo bueno’ decida si se abren juicios contra los expresidentes; para que la gente, mediante una retorcida artimaña haciéndole creer que una encuesta es para ratificar al Presidente, y no una revocación de mandato; o realizando marchas con cargo al pueblo, solo para alimentar el ego de un solo hombre, que no puede concebir que nadie más que él pueda tomar las calles de la capital del país, y de muchas otras ciudades en el resto del país.

¿Para qué han servido, cuál ha sido su utilidad, cuál su costo beneficio? De los expresidentes después de toda la parafernalia y lo que costó, cuántos de ellos han sido llevados a juicio. De lo del bodrio de la encuesta de la supuesta revocación de mandato, ¿para qué sirvió a la sociedad mexicana? ¿cuál ha sido el beneficio que dejó? Y de la marcha mejor ni hablemos. Y las tres, costaron un dineral a los ciudadanos que a querer y no, termina pagando con sus impuestos, todos los caprichos y ocurrencias del rey ‘número non’. Una cosa es lo que se dice en los discursos, y otra muy distinta lo que se demuestra en los hechos.

Coahuila, uno de los estados más golpeados presupuestalmente por la actual administración federal, sin tanta estridencia, sin tanta parafernalia ni pirotecnia, fue testigo este miércoles, de un informe de gobierno, el quinto de la administración de Miguel Ángel Riquelme, totalmente austero, pero muy sobrio: la presentación más que llena de luces y cohetes, tuvo su real contenido en lo que le interesa a la gente. Aquí no se tiene que andar con una campana por delante diciendo que hay austeridad republicana o pobreza franciscana, pero sí se demuestra en los hechos.

Sí, es cierto de acuerdo con el índice de Competitividad Estatal 2022 del IMCO coloca a Coahuila como el tercer estado más competitivo del país, que la entidad ha sido un polo de atracción de inversores nacionales y extranjeros dados todos los índices positivos que tiene el estado, que es el segundo estado que más exporta, y el primer lugar en empleos formales. Y podríamos seguir enumerando más ejemplos de experiencias exitosas, pero quizá la piedra angular para todos estos logros, es la seguridad y el estado derecho que se goza en la entidad.

No por nada Coahuila es el tercer estado más seguro del país, y un ejemplo a nivel nacional de la forma en cómo se ha hecho frente a los grupos de la delincuencia organizada que han intentado por todos los medios volver a apropiarse del territorio coahuilense, con mano firme como corresponde al único ente que legalmente tiene el monopolio del uso de la fuerza, para atacar a los criminales como debe ser, y no ofrecerles abrazos y no balazos.

Al concluir su quinto año de gobierno, Miguel Ángel Riquelme Solís demostró la congruencia existente entre su decir y su hacer. Desde el inicio de su administración, ofreció y prometió que Coahuila se mantendría seguro y en paz, y en los hechos ha cumplido con ese compromiso. Su informe de gobierno, desprovisto de lujos, gastos suntuosos e inútiles, estuvo —y está— sostenido en los resultados palpables y a la vista: el manejo responsable de la pandemia, el crecimiento sostenido de la economía a pesar de los recortes presupuestales que año con año le ha aplicado la federación, la recuperación del empleo pos pandemia.

Y, un par de frases me parece que sellaron su quinto informe antes de entrar a su sexto y último año de gobierno: su petición a los coahuilenses ante el futuro inmediato porque muy pronto iniciarán las campañas electorales en busca de su sucesor, para que nada ni nadie venga a dividir a los coahuilenses. Es decir que en un proceso en el que algunos le apuestan a una eventual descomposición para social para llevar agua a su molino, no permitamos echar por la borda todo lo logrado, que es mucho.

Y la otra frase es que en Coahuila hasta el último día de su mandato, prevalecerá el estado de derecho que ha hecho de Coahuila uno de los estados más atractivos para la inversión, y como consecuencia de ello generador de más fuentes de empleo y mejor pagados: ‘que aquí sí, la ley es la ley’.

Valoremos todos, lo que hemos logrado, lo que tenemos, que no nos quieran venir a vender espejitos.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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