Celebran ramosarizpenses fiesta patronal en honor a San Nicolás de Tolentino

Luego de dos años de suspensión debido a la pandemia del COVID-19, cientos de ramosarizpenses acudieron este sábado al templo de San Nicolás de Tolentino para participar de los festejos patronales en honor de este fraile italiano nacido en 1245, quien dos siglos después se constituyó en el primer santo de la orden de San Agustín, tras ser canonizado por el Papa Eugenio IV.

Con este festejo concluyó el novenario dedicado al santo patrono de la vecina ciudad, que inició el pasado día 1 de septiembre, y en el que participaron en las diferentes misas que tuvieron lugar diariamente a partir de esa fecha los feligreses de varios sectores de Ramos Arizpe, además de grupos parroquiales e integrantes de movimientos católicos.

A mediodía de este sábado tuvo lugar la misa solemne celebrada por Jorge Luis Sánchez Villarreal, prior provincial de la Orden de San Agustín, junto con el párroco Roberto Velázquez Tetatzin, donde se recordó la obra del venerable fraile agustino, quien dedicó su vida a visitar a los enfermos y a socorrer a los pobres y afligidos, además de pedir constantemente en sus oraciones por las almas del purgatorio.

Al término de la celebración litúrgica, los fieles recibieron el pan bendito que tradicionalmente se distribuye en la festividad de San Nicolás de Tolentino, acto con el que se conmemora el pasaje de la vida del religioso según el cual, en cierta ocasión estando enfermo de gravedad, tuvo una visión en la que la Virgen María le dio a comer unos trozos de pan, lo que le devolvió inmediatamente la salud.

Durante la misa, algunos fieles visiblemente emocionados, agradecían con lágrimas la oportunidad de regresar al templo de San Nicolás de Tolentino en forma presencial a estos festejos patronales para agradecer por los favores recibidos.

Igualmente, los asistentes a esta celebración bajo los protocolos sanitarios ya establecidos, tomaron parte en la verbena popular en la que hubo danza de matlachines, antojitos mexicanos y juegos mecánicos. (ÁNGEL AGUILAR/ EL HERALDO)