A LA BÁSCULA

La tragedia repetida 

Hay una canción compuesta e interpretada por el español Víctor Manuel que la he escuchado una innumerable cantidad de veces que ya hasta perdí la cuenta. Se llama Planta 14, y es la crónica de la que llama una ‘repetida tragedia’ que se registra en una mina donde tres hombres quedaron atrapados.

Cada vez que en la Región Carbonífera de nuestro estado se repite la tragedia en minas o en los llamados ‘pocitos’, inevitablemente viene a mi mente la música, la letra y la voz de Víctor Manuel

“La Planta 14 en el pozo minero, de la tarde amarilla tres hombres no volvieron, hay sirenas, lamentos, acompasados ayes. A la boca del pozo, dos mujeres de luto anhelando dos cuerpos, y una madre que rumia su agonía en silencio, es el tercero”, dice la letra.

“A las 10 la luna clara se refleja en las sortijas del patrón recién llegado, con sombrero, gravedad y su aburrido gesto. Ha sido el primero, vendrán gobernadores, alcaldes, ingenieros, tratarán de calmar la presentida viuda que se muerde el pañuelo. No sabrán acercarse con la madre que les mira con los ojos resecos.

“(…) y a la una menos 10 de la noche, el primer muerto, los mineros en el suelo se hacen cruces y reniegan de Dios, quien diría los pillara de sorpresa la tragedia repetid      a (…) tres horas pasan lentas y a la luz de las linternas asustadas, el cura con los ojos arrasados, al segundo le va uniendo sobre el pecho las manos”.

“(…) El rocío ha calado hasta los huesos cuando sale el tercero (…) los mineros mientras se abrazan todos y uno de ellos, el más fiero, por no irse al patrón, llora en el suelo”.

La historia de esta tragedia se repite una y otra y otra vez, y las autoridades se acuerdan del tema de las condiciones de los permisos, de las condiciones de seguridad que se supone que deben ofrecer a sus trabajadores, de las condiciones laborales y de tantas cosas, que se ponen sobre la mesa sólo cuando ocurre un hecho como el que nuevamente ha ocurrido en nuestra entidad. Después…después a excepción de las familias de los mineros que han perdido la vida, todo mundo le apuesta a la cortedad de la memoria de la colectividad para que en uno, dos o tres meses, ya nadie se vuelva a acordar de la nueva tragedia y todo pueda volver a la ‘normalidad’.

Hoy todo mundo tiene los ojos puestos en Coahuila, en su Región Carbonífera, en sus mineros, en las familias incompletas, hoy sale a la luz nuevamente como cada ocasión, que las autoridades responsables no hicieron lo que les correspondía para evitar que se trabajara en esas condiciones y que se repitiera la tragedia. Hoy sale a la luz, de acuerdo con una nota de El Heraldo, que los dueños de la mina siniestrada este miércoles podrían quedar impunes, porque en 2013 cuando se discutió en la Cámara de Diputados federal, la reforma a la Ley Minera para prohibir la explotación del carbón mineral en los tiros verticales, mejor conocidos como ‘pocitos’, y contemplaba sanciones de hasta nueve años de cárcel para los propietarios, cuando se registrara la muerte de uno o varios trabajadores.

Ojalá primero que los mineros atrapados en estos ‘pocitos’ fueran encontrados y rescatados con vida, y aunque suene a utopía, ojalá esta fuera la última de las tragedias que, por este motivo, enluten los hogares de los mineros y de todos los coahuilenses.

Cada que ocurre esta tragedia repetida pienso, aunque sé que a lo mejor es un disparate, ¿no se podría, aunque fuera de manera paulatina y a mediano y largo plazo, la reconversión de la vocación de nuestra Región Carbonífera para que nuestra gente dejara de arriesgar un día sí y otro también la vida en su actividad minera?

Hay quienes dicen que, si nuestros mineros saben que meterse a los pocitos es una ruleta rusa, para que lo siguen haciendo. Simple, porque es la única forma que tienen de ganarse la vida en esa región, no hay alternativas, no les queda de otra y ellos lo saben que cada día salen de casa, pero no saben si volverán.

Por eso, aunque suene a sueño guajiro sigo pensando ¿de plano es imposible intentar y lograr una reconversión de la vocación económica de esa región? ¿La Región Sureste siempre fue el clúster automotriz que hoy es? ¿La Laguna siempre fue lo que hoy es? No, la Comarca hace un siglo era una zona ciento por ciento agrícola y hoy es la cuna de grandes empresas como Lala, como Soriana, sede de Industrias Peñoles. ¿No valdría la pena intentarlo en la Región Carbonífera? Ojalá alguien lo intentara e hiciera la punta de la lanza, para no tener más tragedias repetidas.

 

laotraplana@gmail.com

 

@JulianParraIba

Autor

Julian Parra Ibarra
Es director del diario digital La Otra Plana y la revista impresa Metrópolis. En cuatro décadas de ejercicio periodístico ha trabajado en diarios como El Norte de Monterrey, La Opinión-Milenio en Torreón, Esto en la Ciudad de México y a.m. en León, Guanajuato entre otros; ha sido conductor en programas de radio y televisión. Es columnista en varios medios impresos y digitales de Coahuila y Durango.
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