COMO DECÍA MI ABUELA

«La verdad no peca …

He llegado a pensar que a mi abuela no le gustaban los gallos del abuelo, y que a mi abuelo no le gustaban los canarios de la abuela. En una ocasión, mi abuelo comentó que los canarios ensuciaban mucho el «porche» y mi abuela le dijo, «los gallos ensucian más, pero en el corral nadie los ve», a lo que el abuelo no respondió, se levantó de su mecedora y se dirigió hacia el corral. «La verdad no peca, pero incomoda» señaló la abuela, al tiempo que tomaba una escoba.

El pasado 25 de julio, la saxofonista y activista María Elena Ríos, acudió al evento lunes del cerro, celebrado en el marco de la Guelaguetza 2022, y durante su presentación, desplegó una manta con la leyenda «Oaxaca Feminicida» como parte de la protesta para exigir justicia por el intento de feminicidio del que fue víctima en 2019 y que, a la fecha, sigue impune. En ese momento, policías estatales le arrebataron la manta y fue echada del auditorio de manera violenta. En sus redes sociales, además de denunciar el hecho, la saxofonista oaxaqueña explica que contaba con el apoyo del presidente municipal de Huajapan de León, Luis de León Martínez Sánchez, quien consideró una «causa noble y justa» la manifestación pacífica de María Elena, por lo que le regaló un boleto para el palco «B», el mismo donde se encontraban las autoridades invitadas por el propio gobernador de Oaxaca, Alejandro Murat Hinojosa.

A raíz de este hecho, diversos colectivos feministas y defensores de los Derechos Humanos, le manifestaron su apoyo a María Elena y se sumaron a la petición de justicia, para acabar con la impunidad de que se revisten sus agresores, durante una manifestación el sábado 30 de julio, en el centro histórico de Oaxaca. Igualmente, durante el Desfile de Delegaciones, una mujer posó junto al gobernador Alejandro Murat con una cartulina que decía «Oaxaca lo tiene todo» y al colocarse para la foto, la dejó caer para revelar otra que tenía detrás, en la que se leía «666 feminicidios feminicides 2016-2022». Mientras el equipo del gobernador intentó arrebatarle el cartel a la mujer, el gobernador miró al cartel y negó con la cabeza en un gesto de aparente indignación, mientras siguió avanzando con su comitiva. La mujer siguió sosteniendo su mensaje en alto entre los espectadores del público. Ni el gobernador ni su equipo han emitido alguna respuesta o se han pronunciado ante estos hechos.

Quién sí respondió, pero de mala manera, fue el secretario de gobernación, Adán Augusto López Hernández, que se encontraba a las puertas de la SEGOB dónde se manifestaban colectivos de madres de desaparecidos. Ante la pregunta, hecha por él mismo, «Usted, ¿Confía en mí?, una madre respondió, «pues la verdad, yo no confío en nadie» a lo que el secretario reaccionó, con evidente molestia, «pues yo tampoco confío en ustedes».

No tenemos políticos inteligentes, que asuman su trabajo como un desafío, y no como un trampolín que sirva para sus aspiraciones de escalafón político. Les falta empatía, inteligencia emocional y voluntad política a la hora de atender las demandas de la ciudadanía, que en principio, son o somos la razón de que las instituciones existan.

No es posible que el gobernador de Oaxaca haga «mutis» ante la problemática del feminicidio en Oaxaca y que el Secretario de Gobernación responda con enojo, cuando ignoramos el paradero de muchos, por ejemplo, Ximena Quezada, de CDMX y Óscar Gabriel de Yucatán, ambos menores de edad, que desaparecieron estando bajo la tutela del Estado.

Nunca las activistas les han pedido a los políticos que resuelvan asuntos imposibles o que no están en sus manos, solo se les solicita que muestren voluntad para que se realicen los procedimientos de investigación e impartición de justicia señalados por la ley de acuerdo a lo que requiere cada caso o, dicho en palabras más simples, que hagan su trabajo, para el que fueron designados y por el cual reciben una remuneración salida del erario público.

Tal como decía mi abuela «la verdad no peca, pero incomoda», pues más vale que aprendan a transformar en acciones congruentes la gran incomodidad que les causan los señalamientos de impunidad, ya que cada vez más mujeres, activistas, periodistas, defensores de Derechos Humanos y sociedad en general, alzamos la voz e interpelamos a las autoridades para que nunca más tengan la comodidad de nuestro silencio.