CINEMATÓGRAFO

“La abuela”, terror español, en un ritmo más o menos lento

La nueva joya del cine de terror español, dirigida por Paco Plaza, el realizador de las fabulosas “Rec” (2007) en todas sus entregas y “La posesión de Verónica” (2017), ahora llega a las marquesinas mexicanas con su espectacular “La Abuela” (2022), en la que hace mancuerna con el guionista Carlos Vermut.

El filme es protagonizado por Almudena Amor (Susana) y Vera Valdez, quien asume el papel de la abuela, retomando las tradicionales fobias de los amantes del género de terror, sin dejar de lado una seria crítica al histórico temor que muchos tienen de envejecer y todo cuanto implica el paso del tiempo.

Ciertamente, los fanáticos recalcitrantes del terror tendrán algunos problemas con el ritmo en el que es contada la historia pues se toma el tiempo para desmenuzar el espacio y los diálogos de cada secuencia, sin embargo, el detenimiento en los detalles, al final se agradece, pues despliega un abanico de posibilidades, que no le permiten al espectador adivinar el final, que incluso para algunos podrá ser complejo e impactante.

En la primera parte del filme, digamos a la mitad del largometraje, que dura una hora 40 minutos, hay eventos que podrían parecer predecibles, aunque en realidad, resultan pistas falsas que se van develando de a poco para conseguir un desenlace verdaderamente diferente.

El tono intenso que Paco Plaza imprime a sus cintas, de las cuales recordamos en primer término a la fabulosa “Rec”, no lo vamos a encontrar en “La Abuela”, pues la mano de su guionista, Carlos Vermut se siente con claridad en el filme, imponiendo características de mayor profundidad en el argumento que ayudan a que no existan cabos sueltos al final del largometraje.

Al final, se trata de un dramita de terror psicológico, en el que se envuelven los sentimientos de la familia, elemento que lleva al largometraje por un sendero diferente al acostumbrado trabajo trepidante del cineasta español.

En suma, la producción española, también estelarizada por Karina Kolokolchykova y Marina Gutiérrez, resulta una nueva experiencia cinematográfica para los amantes del trabajo de Plaza, que para muchos no va a ser tan deleitante pues en su mayoría esperábamos un filme más intenso, es decir, sus expectativas son mucho mayores, sin embargo, la cinta no pierde méritos, porque en realidad transcurre en un tono diferente, que igual le aporta buenos momentos al espectador.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

Autor

Héctor Trejo
Periodista, escritor y catedrático. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y actualmente maestrante en Comunicación por la UACH.
Titular de columna "Cinematógrafo 04". Imparto Taller de Micrometrajes Documentales, así como el Diplomado en Cine y Cultura Popular Mexicana.
Ganador del premio a la investigación Ana María Agüero Melnyczuk 2016, que otorga la Editorial argentina Limaclara
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Periodista, escritor y catedrático. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y actualmente maestrante en Comunicación por la UACH. Titular de columna "Cinematógrafo 04". Imparto Taller de Micrometrajes Documentales, así como el Diplomado en Cine y Cultura Popular Mexicana. Ganador del premio a la investigación Ana María Agüero Melnyczuk 2016, que otorga la Editorial argentina Limaclara