CINEMATÓGRAFO

Música de los dioses… “Buenavista Social Club”

En la historia de la humanidad, la música ha jugado un papel preponderante como el instrumento de enlace y comunicación entre los hombres y las deidades, el acercamiento que los acordes le brindaban al ser humano con Dios le permitió ritualizarla, colectivizarla y cargarla de emociones cada vez más terrenales que también le dotaron características recreativas y así disfrutamos de ella en todo momento.

Un grupo musical de iluminados, aquellos cercanos a Dios, olvidados por el tiempo y distantes del escenario, en retiro total y en visible depresión familiar y laboral que vivían en la Cuba contemporánea, son revalorados y puestos en su ambiente por el productor musical Ry Cooder, para resucitar el tremendísimo son cubano que tuvo gran valía muchos años atrás. Este hecho inusitado es el relato de la resurrección de los colosos de la música antillana, retratados por la lente del cineasta alemán, Wim Wenders en un documental certero y notoriamente conmovedor de 1999 llamado, “Buena Vista Social Club”.

En 102 minutos, Wenders se vale de su productor y músico consagrado Ry Cooder, para comunicarse musicalmente con titanes del son como Compay Segundo, Eliades Ochoa, Ibrahim Ferrer, Omara Portuondo, Rubén González, Pio Leyva, Juan de Marcos González, Cachaito López, etcétera, para construir un disco de recuerdos que eventualmente se va convirtiendo en un espectáculo que irradia vivencias y gran sabor.

La apuesta del cineasta alemán se centra en contar la historia de la recuperación del son cubano en la voz de los mejores exponentes del género, la cual comienza en la ciudad de La Habana, en un pequeño estudio de grabación, cuando se capturan las pistas que integrarán el disco «Buena Vista Social Club», que ciertamente se vuelve un fenómeno social. El documental navega por un mar de sentimientos encontrados que desemboca en su último concierto en el tradicional Carnegie Hall de Nueva York, rompiendo las barreras de la distancia y el idioma.

Si bien es cierto, se trata de un filme longevo que tiene más de 20 años de existencia, es una historia llena de simbolismo histórico y evidentemente político, además de significaciones de la revaloración de los procesos sociales, pero sobre todo de la importancia de los seres humanos y su gran legado, no solo artístico.

Un documental sumamente recomendable que, trajo consigo el disco compacto llamado, “Buena Vista Social Club” que ganó el Grammy a la Mejor Performance Latinoamericana en 1998 y el filme fue candidato al Oscar como Mejor Documental en el año 2000.

No es fácil encontrarlo en cualquier plataforma de video bajo demanda con buena calidad, sin embargo, Apple TV la tiene disponible entre su catálogo en formato HD. Es de esos filmes que todavía se pueden conseguir en DVD físico.

Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “Cinematografo04” en Facebook y Spotify, así como “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter.

 

Autor

Héctor Trejo
Periodista, escritor y catedrático. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y actualmente maestrante en Comunicación por la UACH.
Titular de columna "Cinematógrafo 04". Imparto Taller de Micrometrajes Documentales, así como el Diplomado en Cine y Cultura Popular Mexicana.
Ganador del premio a la investigación Ana María Agüero Melnyczuk 2016, que otorga la Editorial argentina Limaclara
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