Skateboarding: desde sus orígenes en California hasta su presente en Saltillo

 

A finales de 1940, a falta de olas en las playas de California, Estados Unidos, los surfistas no podían practicar su deporte. Con un hambre insaciable de experimentar la sensación de deslizarse por las olas como fuera, una tienda de surf adaptó ruedas de patines a una tabla: así nació el skateboarding. Ya entre 1960 y 1970, fabricantes de tablas de surf, al sur de California, se enfocaron en fabricar tablas de skate con mayor ingeniería.

De raíces urbanas, antes de los parques para patinar, el skateboarding se practicaba en albercas vacías que al recorrerlas sobre las patinetas emulaban el vaivén de las olas sobre la tabla de surf. No tardó en evolucionar gracias a la mejora en el diseño de las patinetas, empleando llantas de materiales más resistentes y componentes más aerodinámicos.

Lo anterior se sumó al ingenio de algunos patinadores como Jay Adams, Tony Alva, Stacy Peralta, Alan Gelfand, Rodney Muller, Steve Caballero y Tony Hawk, este último leyenda activa del skateboarding, que explotaron al máximo su potencial inventando trucos y piruetas como el ollie, flip y shove-it, cuya base es levantar la patineta con los pies, gracias a que la cuenta con una lija que se adhiere fácilmente a los tenis.

El 21 de junio del 2003, tras practicarse en casi todo Estados Unidos, en el sur de California se instaura el Go Skateboarding Day por la International Association of Skateboard Companies para difundir el skate por todo el mundo, deporte que ya comenzaba a traspasar las barreras de su lugar de origen. Fue así que su popularización, sobre todo entre jóvenes, ya no se detuvo; prueba de ello es que cada vez es más común ver en las calles de cualquier ciudad, estado o país a alguien desplazándose sobre una patineta.

En la actualidad existen marcas internacionales de tenis, ropa, patinetas y accesorios especializadas en este deporte extremo como Vans, DC, Fallen y Nike SB e incluso en México se fabrican productos de este corte bajo sellos nacionales como One, Skate Libre y Gremio.

DEPORTE OLÍMPICO 

Para muchos patinadores, el skateboarding llegó a su máximo esplendor cuando se convirtió oficialmente en uno de los deportes dentro de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

La primera competencia olímpica de skate se celebró el 25 de julio y el 5 de agosto del 2021 en el Parque Deportivo Urbano de Ariake y se disputaron cuatro pruebas, dos para hombres y dos para mujeres. Los jueces, en su mayoría patinadores activos y retirados, evaluaron la dificultad de los trucos, técnica de los participantes y fluidez dentro del parque.

En la categoría «Calle», rama varonil, el japonés Yuto Horigome se convirtió en el primer patinador en merecer una medalla olímpica de oro, mientras que el brasileño Kelvin Hoefler obtuvo la plata y Jagger Eaton, de Estados Unidos, el bronce. Además, en la categoría «Parque», el australiano Keegan Palmer se quedó con el oro, el brasileño Pedro Barros la plata y el estadounidense Cory Juneau el bronce.

En cuanto a las mujeres, en la primera categoría antes citada la patinadora japonesa Momiji Nishiya ganó el oro, la brasileña Rayssa Leal la plata y la también japonesa Funa Nakayama el bronce. En «Parque», la originaria de Japón, Sakura Yosozumi, consiguió el oro, mientras que su compatriota Kokona Hiraki la plata y la ciudadana de Reino Unido, Sky Brown, se llevó a casa el tercer metal.

LA ESCENA LOCAL 

El skateboarding en Saltillo, Coahuila, siendo fiel a su génesis, empezó a practicarse en las calles y parques públicos de la ciudad, su auge se enmarca entre 1990 y 2000.

En sus inicios dentro de la capital coahuilense no era tan cotidiano ver a jóvenes con una patineta bajo el brazo, en principio porque no había tiendas locales relacionadas con este producto, por lo que podían conseguirse únicamente en Estados Unidos o Monterrey, Nuevo León y Ciudad de México.

Sin embargo, su popularización en ascenso motivó a patinadores y ex patinadores a abrir sus propios negocios en torno al skateboarding, convirtiéndose en emprendedores. Así surgieron tiendas como Kromato, Banana Skateshop, Tacha Skateshop e Imperivum, estas últimas tres aún activas en la Zona Centro de Saltillo.

«Fue, como todo sueño de patinador, llegar a tener un negocio en el mismo ámbito. Con Imperivm nos dimos a la tarea de retomar un negocio que teníamos hace 12 años en la venta de patinetas, antes estaba en las Pulgas Magisterio y en la colonia Satélite Sur. De mantenerlo, lo más difícil es llegar con clientes nuevos y que te acepten como nueva tienda», mencionó en entrevista, Eduardo David García Aguilar «Muska», de 33 años de edad, sobre Imperivm, su negocio situado en Obregón 301-D, casi esquina con Pérez Treviño.

«A los patinadores ya la gente no nos ve como vandalismo, ya es un deporte que está sobresaliendo y, gracias a Dios, se nos están abriendo puertas para que nos conozca mejor la gente y no nos cataloguen como vándalos. Yo tengo aproximadamente 22 años en esto y a mí siempre me ha gustado el skate, patinar. Yo me enamoré por completo de este deporte», agregó.

Además de las tiendas, Saltillo cuenta con sitios adecuados para patinar y desarrollarse en el deporte como el Skatepark del Bosque Urbano Ejército Mexicano y una de las secciones de la Línea Verde, construidos con recursos del Gobierno de Coahuila y Ayuntamiento de Saltillo e inaugurados en 2012 y 2021, respectivamente.

PATINADORES SALTILLENSES

Cesar Vidal Martínez Bermea y José Ángel Espinoza Mares, son dos saltillenses que desde hace 14 y 10 años patinan. Ambos coinciden en que el practicar skateboarding les genera una sensación de libertad indescriptible. Para ellos, este deporte enseña disciplina y constancia, valores que en sus palabras los han apoyado incluso en su vida personal.

Incluso Ángel Espinoza, gracias a su habilidad sobre la tabla, llegó a ser patrocinado por marcas mexicanas como Wesi y Date Play y aunque actualmente no cuenta con patrocinio, asegura que mientras su cuerpo resista no dejará de patinar.

«Esto del skate me abrió mucho la mente, realmente lo tomo no como un hobbie sino como una pasión porque ya son 10 años patinando. Todo esto es práctica, consistencia y, sobre todo, perder el miedo a la patineta», compartió el skater de 23 años.

A su vez, Vidal Bermea, quien incluso durante su trayectoria como patinador ha sufrido lesiones como esguinces y fracturas, recuerda que el skateboarding es un deporte extremo por el alto riesgo que implica practicarlo, por lo que aconseja a los niños y jóvenes que tienen la intención de empezar a patinar que sean cuidadosos a la hora de subirse a una patineta, yendo a su propio ritmo y conociendo sus limitaciones para no presentar alguna caída grave por falta de experiencia.

«En total llevo 14 años patinando, empecé cuando estaba entrando a preparatoria. Principalmente es un deporte individual, que puedes practicarlo solo; no dependes de un equipo como cualquier otro deporte, es una libre expresión. El skateboarding me hace sentir libertad, mi tabla es una extensión de mí», indicó.

«El skate también tiene filosofía, si te caes te levantas. Muchos abandonan el skate después de una mala caída, como pasa en la vida, pero si te levantas y sigues practicando, luego te sientes satisfecho y te motivas a seguir. Trato de patinar a la semana, mínimo dos veces», concluyó Martínez Bermea, quien además de ser patinador es licenciado en Psicología Industrial. (OMAR SOTO / EL HERALDO)