Napito, detrás del sindicato que desbancó a la CTM en GM Silao

Junto con Martín Esparza, ex líder del Sindicato de Automovilistas, Gómez Urrutia busca convertir su organización en la nueva CTM de la Cuarta Transformación, para arrebatarle el poder a la central obrera vinculada con el PRI 

Napoleón Gómez Urrutia, el líder del sindicato minero acusado de despojar a sus agremiados de más de 54 millones de dólares, estaría detrás de la Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático (FESIIAAN) que hace unos días le logró arrebatar a la CTM en Silao, Guanajuato, la titularidad del contrato colectivo de trabajo, de acuerdo a una publicación del periodista Pablo César Carrillo publicada en el portal DeOchoNews.

En el reportaje titulado “La 4T ya tiene su propia CTM”, Carrillo afirma que detrás del movimiento obrero en la planta de General Motors en Silao están dos nuevas organizaciones sindicales ligadas a la 4T:  la Nueva Central de Trabajadores (NCT) liderada por el exlíder del SME Martín Esparza; y la confederación de sindicatos de la industria automotriz llamada la FESIIAAN (Federación de Sindicatos Independientes de las Industrias Automotriz, Autopartes, Aeroespacial y del Neumático).

Estas dos organizaciones están ligadas al movimiento sindical de la General Motor que logró quitarle el viejo contrato colectivo a la CTM vinculada durante décadas con el PRI.

La Nueva Central de Trabajadores, creada en el 2014, es un intento del desaparecido Sindicato Mexicano de Electricistas (SME) por hacer una nueva organización. Ellos han tratado de agrupar a los sindicatos de izquierda en México, mediante el liderazgo de Martín Esparza, líder del SME y secretario general de la NCT. Ellos cuentan con el apoyo de Napoleón Gómez Urrutia, el líder minero que estuvo prófugo en Canadá y que ahora regresó para ser senador de la República de la 4T.

La otra organización que salió fortalecida fue la FESIIAAN. Esta organización fue creada en noviembre del 2018, cinco días antes de que arrancara el gobierno de  López Obrador, y está operada por Martín Esparza y sus colaboradores del SME y por Napoleón Gómez Urrutia. De hecho, el Sindicato Nacional de Trabajadores Mineros, Metalúrgicos, Siderúrgico y Similares de la República, propiedad de Napoleón Gómez Urrutia, es miembro fundador de la FESIIAAN.

La Federación de Sindicatos de la Industria Automotriz es un intento de Martín Esparza y Napoleón por entrar a las grandes empresas internacionales en México, con el apoyo de la Cuarta Transformación. Una de las principales asesoras del movimiento de GM Silao fue Claudia Patricia Juan Pineda, colaboradora cercana de Arturo Alcalde, el padre de Luisa María Alcalde, secretaria del Trabajo en México.

Así que el triunfo en GM Silao también es un triunfo del SME y de Napoleón.

El sindicalismo mexicano toma un nuevo rumbo con estos acontecimientos. Por primera vez en la historia, un grupo de trabajadores pudo hacer un movimiento de inconformidad, pedir la legitimación y ganar una elección interna para rechazar el contrato de la CTM que venía desde hacía 27 años. Por primera vez los trabajadores expulsan al sindicato charro y crean su propio sindicato para negociar directamente con la empresa.

Esto se pudo hacer debido a la reforma laboral de mayo del 2019, impulsada por López Obrador. La reforma obliga a todos los sindicatos del sector privado y gubernamental a hacer un proceso de legitimación antes del 2 de mayo del 2023, en donde los trabajadores tienen que votar para aprobar o rechazar el contrato colectivo de trabajo. Esta reforma se hizo por petición de los gobiernos de EU y Canadá en la firma del nuevo tratado de libre comercio T-MEC.

Eso ha provocado que todas las empresas tengan que hacer su proceso de legitimación. A nivel nacional ya son casi 3 mil sindicatos que han realizado la legitimación, pero solo 12 han logrado derrotar al sindicato blanco creado en la época del PRI.

El resultado está a la vista: un nuevo sindicato de izquierda, asesorado por el SME, negociará con la General Motors las nuevas condiciones de trabajo de una planta que tiene 6 mil 500 trabajadores. De las puras cuotas sindicales son más de 30 millones de pesos al año.

Este triunfo pudo hacerse con la asesoría de Martín Esparza y de Napoleón Gómez Urrutia. Ellos además contaron con el apoyo del canadiense Jerry Días, el líder del poderoso sindicato UNIFOR de Canadá, el cual tiene el contrato colectivo de General Motors en Canadá. Por eso el movimiento obrero de GM adquiere un valor especial: Lo que no pudo hacer el PAN en 12 años, lo está haciendo Morena en 3 años.

Eso significa que estamos solo en el principio de un nuevo movimiento sindical de izquierda en México. Los líderes sindicales ligados a la 4T no vienen por una empresa automotriz y punto. Esto es solo el comienzo. Ellos vienen por todo. (Con información de Pablo César Carrillo/DeOchoNews)