EN EL TINTERO

Las omisiones de la Fiscalía

El miércoles por la noche un tribunal en Coahuila resolvió que Sergio Mitre es culpable del feminicidio de Inés “N”, la pequeña de un año y diez meses, quien murió victima de la violencia que ejercía su padrastro, el ex jugador de Saraperos en ese momento pareja sentimental de su madre Liliana.

Hasta el momento de escribir esta colaboración, no se tenía el dato de la condena, los años de cárcel que purgará el agresor. Seguramente ya el viernes por la mañana se tenga conocimiento de la decisión. Según las leyes de Coahuila, la pena máxima es de 60 años, tiempo que solicitó el Ministerio Público además de 1.8 millones de pesos como reparación del daño.

Pasó poco más de un año para que Inés tuviera justicia, y aunque el dinero no regresará a la menor con vida, activistas y organismos en apoyo a las victimas de violencia tienen clara la importancia de que en estos casos exista la reparación del daño, además del castigo tras las rejas y el precedente para que casos como este no se repitan.

Sin embargo, dentro del procedimiento hay cosas que destacar, como lo que los propios jueces evidenciaron durante la audiencia y es el pésimo trabajo del Ministerio Público que puso en riesgo el caso ante las omisiones y negligencias que se presentaron en la investigación al no trabajar con perspectiva de género.

Liliana, la madre de la menor, denunció tortura para declarar en favor de Mitre, y aunque fue detenida por el delito de filicidio, organismos nacionales en apoyo a la mujer emprendieron su defensa y se dieron a la tarea de indagar sobre el caso encontrando que Liliana era una víctima más, por lo que lograron exonerarla de la culpa.

En el proceso se supo que Mitre violentaba a ambas, madre e hija, incluso para obligar a Liliana a abortar la amenazaba con la menor a quien maltrató física y psicológicamente, pero además la madre enfrentaba otra violencia la de su padre, quien la desamparó e incluso defendía al expelotero.

Liliana encontró en esas organizaciones el apoyo que necesitaba, Inés la encontró demasiado tarde desde la tumba, pero logró justicia por su feminicidio.

La autoridad acreditó que un golpe en la espalda que le propinó Sergio Mitre le rompió una arteria que horas después le provocó la muerte.

¿Pero que pasó antes? ¿Por qué Mitre ya había librado la cárcel ante otra acusación de violencia? ¿Pudo evitarse el feminicidio de Inés? Probablemente sí.  Si las autoridades de la Fiscalía hubieran hecho su trabajo la primera vez, es posible que esto no hubiera pasado.

Aunque se dijo que la novia de Mitre le otorgó el perdón, la víctima señaló que eso nunca ocurrió y salió por esa vía debido a una argucia de la autoridad y probablemente omisiones del propio Ministerio Público.

El exjugador de Saraperos libró también una acusación de violencia contra su esposa e hijos en Estados Unidos, pero nada se hizo al respecto ¿Por qué la directiva de Saraperos no consideró este antecedente antes de darle cabida al jugador?

Afortunadamente se hizo justicia en Coahuila, pero sería importante que el Club Saraperos revise muy bien los protocolos para seleccionar a sus jugadores, pero también que se inicie una investigación en contra de los Ministerios Púbicos involucrados en los dos últimos casos. ¿Quién estaba tan interesado de que las cosas se hicieran mal para beneficiar a Sergio Mitre? Valdría la pena saberlo