OPINIÓN

PUERTA GRANDE

Por

14 diciembre, 2021

Entrevista con Manuel Sescosse

Para el ganadero Manuel Sescosse, la sensibilidad es uno de los valores que la fiesta brava transmite y promueve; la oportunidad de apreciar el arte, de darle importancia a la emoción y saber identificar el momento donde la inteligencia humana se amalgama de frente con la fuerza bruta del toro.

Lo platicaba el ganadero momentos antes de la corrida triunfal llevada a cabo en Cadereyta, N.L.

El ganadero, al hablar sobre el futuro de la fiesta, demuestra su anhelo por el resurgimiento de México como país potencia en el tema taurino, esto por su geografía y masa poblacional, más grande que España y Portugal, e incluso países latinoamericanos que promueven también la fiesta.

Nos dejo entrever la AMTAC, asociación que pretende revolucionar la industria y generar marca propia de la tauromaquia, entrar en el publico joven y evolucionar a un espectáculo mucho más moderno.

Comparando la fiesta con espectáculos de gran nivel como la Formula 1, nos explica que la mercadotecnia es un punto clave para atraer al público, así como dar a conocer todos los puntos que conllevan a que el toro y torero logren el momento cumbre de la fiesta, el momento del temple durante la embestida.

Así como también una reforma mucho mas elaborada en la forma de generar el espectáculo, empezando por reducir el tiempo del evento, acompañar a la corrida de toros con eventos que revistan el espectáculo previo, durante y posterior a la corrida y al hablar sobre evolución de la lidia, el ganadero se inclina por buscar que el toro dure mas y embista en mayores ocasiones, para así dar mayor oportunidad al torero de generar el momento soñado y que al mayor expresión, el arte sea mas palpable en cada lidia.

Al cuestionar al ganadero sobre la forma de llevar la ganadería, y si es un negocio rentable, nos comento que evidentemente hay algunos puntos importantes para que la ganadería reciba ingresos: la venta de ganado para las mas de 500 corridas que se ofrecen alrededor del país, o bien en la venta de sangre entre ganaderías para mejora de la especie. Sin embargo, presume más allá del pragmatismo económico, él lo percibe como una manera de ser y de vivir. Trabajar por llevar el temperamento de sus animales al ruedo, y que los toros logren transmitir a la gente su bravura y generar emoción es lo que alimenta su amor y pasión por tan compleja profesión.

Tarea difícil la que lleva en los hombros el ganadero, al encabezar al gran movimiento de Tauromaquia Mexicana, asociación que aglomera mas de 300 organizaciones y peñas alrededor del país, intentando proteger, defender y difundir la fiesta brava. Aunque nuestra impresión, si el ganadero gestiona, así como sus toros se hicieron presentes el pasado 28 de noviembre en la plaza de toros de Cadereyta… la fiesta seguirá viva.

@jalmanzalo