LOS ALTIBAJOS DEL 2020, MÁS BAJOS QUE ALTOS

El 2020 está dando sus últimas patadas, y vaya que será un año para recordar. Dudo que, con tantos altibajos, más bajos que altos, el rumbo de la humanidad vuelva a ser el mismo. Por eso vale la pena hacer un recuento de los cincelazos que nos dio el año.

Los primeros meses veíamos impávidos los incendios forestales de Australia, las tensiones en la relación Irán-Estados Unidos y el confinamiento masivo que tuvo la ciudad de Wuhan ante la aparición de lo que llamábamos “Nuevo Coronavirus”, al fin y al cabo, que era en la lejana China.

Pero marzo llegó con toda la rudeza y una alerta de contagios, lo cual orilló a muchos países a cerrar fronteras. Comenzaron los muertos al por mayor en países como Italia y España, y posteriormente en los países Latinoamericanos. Y obvio, con el pánico vino la paralización de la actividad económica y los desempleos masivos.

El día que la Organización Mundial de la Salud, hizo el anuncio del riesgo global que representaba la pandemia, el Dow Jones cayó más de un 8%, y las semanas subsecuentes no fueron mejores. De hecho, tuvieron que detener operaciones varias veces para evitar mayores pérdidas.

Grandes empresas como Hertz, Airbnb, el Cirque Du Soleil, Carnival, Avianca, JC Penney, Neiman Marcus, Gold’s Gym, o Disney, tuvieron que despedir a miles de empleados, ya sea por una reestructuración a fondo o por quiebra. Sin mencionar a millones de pequeñas y medianas empresas que también se fueron a la bancarrota. Para agravar la cosa, vino el desplome de los precios del petróleo.

Y de política ni hablemos, después de semanas de incertidumbre los estados en disputa dieron por ganador a Joe Biden, a pesar de las patadas de ahogado de Trump por convencer a la opinión pública de un fraude inexistente.

Pero la línea plateada de este caótico año, es que la vacuna que se suponía tomaría varios años desarrollar, se logró en meses. El trabajo desde casa ha hecho algunos procesos más eficientes, y el distanciamiento social irónicamente forzó mejoras en la tecnología de conectividad para acercar a la gente.

La buena es que se acaba el 2020, la mala es que para el próximo año viene un reto mayor: logar que la vacunación llegue al grueso de la población ante la amenaza de una tercera ola. Así es que, de favor les pido que la noche del 31 de diciembre, cuando den las campanadas a la media noche, felicítense, deséense lo mejor y coman uvas, pero eviten decir “¡2021, sorpréndeme!”.

Israel Navarro es Estratega Político del Instituto de Artes y Oficios en Comunicación Estratégica. Twitter @navarroisrael