Necesaria comunicación entre padres e hijos para prevenir actos de violencia y conductas suicidas en menores

Luego de que se diera a conocer que este viernes un menor de 11 años, alumno del Colegio Cervantes en Torreón, asesinó con arma de fuego a una docente de esta institución para después suicidarse. María Elena Rangel Contreras, responsable del Departamento de Psicología Preventiva y Consejería Familiar de la Facultad de Psicología de Universidad Autónoma de Coahuila, indicó que la clave para prevenir este tipo de actos es la comunicación entre padres e hijos.

«Desde nuestra perspectiva se debe trabajar muchísimo con los padres, porque muchas veces los papás no sabemos lo que está pasando con los niños o adolescentes en las escuelas. En los niños se están dando casos de depresión grave, de ansiedad, y los papás necesariamente necesitamos orientarlos», mencionó para El Heraldo, María Elena Rangel Contreras.

Además, remarcó que es de suma importancia que se mantengan al tanto de su conducta dentro de las instituciones educativas, con la finalidad de detectar alguna anomalía en su estado de ánimo o convivencia, que pudieran ser detonantes de agresiones derivadas de bullying o conflictos emocionales.

«Hay que detectar factores de riesgo o de alarma como el aislamiento, la conducta oposicionista hacia las figuras de autoridad. Los padres requieren promover la parte saludable en sus hijos desde el desarrollo, pero también detectar la parte que no es normal y que muchas veces normalizan», dijo.

La especialista −quien lamentó el hecho que, según información proporcionada en rueda de prensa, inició a las 8:00 de la mañana y que derivó también en lesiones a cinco alumnos y un docente más− recomendó regular el uso de internet y demás fuentes de información, ya que, señaló, sin la supervisión de las mismas, el infante o joven puede acceder a sitios que incitan a la violencia, lo que a su vez deteriora su percepción de la realidad.

«El celular es uno de los factores más graves, porque ya no están socializando los alumnos en las escuelas y no se dedican a jugar o a tener interacción de persona a persona. Los padres no ven esa parte tan grave que conlleva el uso del celular porque pueden entrar a páginas prohibidas o que no sabemos que existen e incluso a retos suicidas, por ejemplo», detalló. (OMAR SOTO)