RODOLFO MORENO CRUZ
JUECES MEXICANOS EN TRIBUNALES INTERNACIONALES
Hasta hace poco, los Tribunales Internacionales eran engañosos. Impartían jurisdicción universal y esto creaba la sensación de heterogeneidad en ideologías. No era así. Los jueces, sus asesores y el personal que integraban dichos Tribunales no solían ser representativos de todas las culturas y civilizaciones. Pero la “prudencia” internacional recomendó asegurar la pluralidad. Así que por diversas vías se empezó a incluir diversas representaciones. Para lograr ser juez en esos espacios, fundamentalmente y de manera generalizada, se requieren tres requisitos: alta formación académica, promoción nacional (propuesta nacional, pues) y recepción internacional (que el organismo elector internacional competente, lo acepte). México ha tenido representación de jueces mexicanos en los siguientes Tribunales Internacionales: La Corte Internacional de Justicia; Corte Interamericana de Derechos Humanos, y el Tribunal Internacional del Mar.
CORTE INTERNACIONAL DE JUSTICIA
Establece el Estatuto de la Corte Internacional de Justicia que es el órgano judicial principal de las Naciones Unidas y tiene como función la de resolver, de conformidad con el derecho internacional, disputas jurídicas presentadas por los Estados parte. Esta Corte se integra por 15 miembros, y su sede oficial será en La Haya (Países Bajos). Sin embargo, podrá reunirse y funcionar en cualquier otro lugar cuando lo considere conveniente. El mexicano Bernardo Sepúlveda-Amor, en el año 2005, fue designado vicepresidente de dicho organismo, tiene doctorados por la Universidad de San Diego y por la de Leningrado. Ha sido profesor en la UNAM, el Colegio de México y el CIDE.
CORTE INTERAMERICANA DE DERECHOS HUMANOS
El sistema regional de protección a derechos humanos está reglamentado en la Convención Americana de derechos humanos. Esta Convención, en su artículo 33, dispone que es la Corte Interamericana quien emite resolución final en torno a la responsabilidad o no de un Estado. Tiene su sede en san José (Costa Rica). En el caso particular de México, éste reconoció el sistema regional el 18 de diciembre de 1980 cuando el senado de la república aprobó la Convención y entró en vigor para México el 24 de marzo de 1981. Son varios los casos en los cuales se ha citado, e incluso condenado a México, por parte de la Corte. Al día de hoy son dos asuntos que están en la agenda de la Corte. El primero de ellos es el Caso Selvas Gómez y otras Vs. México y el segundo es el Caso Alvarado Espinoza Vs. México.
Este año comenzó funciones como presidente de la Corte Interamericana de Derechos Humanos, el mexicano Eduardo Ferrer Macgregor. Según información oficial de la página del Instituto de Investigaciones jurídica de la UNAM, él es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Baja California. Especialización en “Derechos Humanos” (Institut International des Droits de l’Homme, Estrasburgo, Francia), Doctor en Derecho por la Universidad de Navarra, España. Cum Laude por unanimidad. Antes de él, ya había sido también Presidente, el Dr. Sergio García Ramírez quien es un reconocido jurista mexicano autor de una numerosa bibliografía en temas penales, jurídicos, criminológicos, políticos y literarios.
TRIBUNAL INTERNACIONAL DEL MAR
El Tribunal Internacional del Mar tiene como finalidad vigilar el cumplimiento de la Convención de las Naciones Unidas sobre el derecho del Mar. Tiene su sede en la Ciudad de Hamburgo en la República Federal de Alemania. Se integrará con doce miembros.
El Dr. Alonso Gómez-Robledo Verduzco es el primer juez mexicano en el Tribunal Internacional del Mar. El Dr. Gómez Robledo, conforme a información oficial del Instituto de Investigaciones Jurídicas de la UNAM, es investigador, IIJ; Profesor, Derecho Internacional; Visiting Scholar, Institute for Marine Studies; Árbitro, CPA; Miembro, CJI-OEA; Miembro, Junta de Gobierno; Juez, Tribunal Internacional de Derecho del Mar. Derecho del Mar e Internacional Público, Responsabilidad Internacional, Jurisprudencia Internacional.
A MANERA DE CONCLUSION
Desde luego que es muy valiosa la aportación de jueces mexicanos en tribunales internacionales. Y además hay que reconocer el alto perfil profesional y académico de cada uno de los que ya han ocupado esos espacios. Sin embargo creo que aún hay inconvenientes. El Estado mexicano todavía no promueve en esos escenarios a mujeres ni a juristas indígenas. Como lo dije al inicio, para lograr tener representación en esos espacios, de manera generalizada, se requieren tres requisitos: alta formación académica, promoción nacional, y recepción internacional (que el organismo elector internacional competente, lo acepte). Y creo que hay mujeres o indígenas que tienen alta formación académica y que sería muy bien recibidos por las instituciones internacionales. Solo les faltaría el apoyo de las instituciones nacionales.
Autor
Otros artículos del mismo autor