Con Indulgencia Plenaria, pueden feligreses borrar la marca de sus pecados 

Se ofrecerá en el Templo de San Francisco de Asís en Saltillo, el próximo 2 de agosto de este 2024

El rector del Templo de San Francisco en Saltillo, fray José Daniel Ramos Rocha, dio a conocer que el próximo 2 de agosto de este 2024, en el Templo de San Francisco de Asís, en Saltillo, se ofrecerá la Indulgencia Plenaria propia de la Orden Franciscana, para borrar la marca espiritual de los pecados entre la feligresía.

“Como cada año, desde 1216, la familia franciscana sigue la intención del Padre San Francisco. Una noche de 1216, estando en la Porciúncula (en Italia), que esta pequeña capilla que él mismo recibió entre los monjes benedictinos y reconstruyó con sus propias manos, habría tenido un diálogo donde la Virgen María y Nuestro Señor le pedían esta noción de salvación”, mencionó para El Heraldo de Saltillo.

“Ante este diálogo, Francisco acude al Papa, que en su momento era Inocencio III, y hace esta solicitud, una Indulgencia Plenaria para la pequeña capilla. Lo interesante es esto, Francisco es un hombre de humildad y sencillez y pide un privilegio de rey porque se sabe que este tipo de Indulgencia se concedía en ciertas ocasiones a las grandes basílicas de Roma, eso es una cuestión muy contrastante”, agregó.

Detalló que entre las condiciones para ganar la Indulgencia Plenaria se encuentran la de participar en misa y comulgar en una iglesia franciscana o con presencia de miembros de la mencionada Orden, además de rezar el Credo y orar por las intenciones del Papa. Las misas para este efecto se llevarán a cabo a las 7:00 y 8:00 de la mañana, 12:00 del mediodía y 7:00 de la tarde.

«Es imposible que todos fueran a Asís, Italia, y en algún momento lo pasaron a todas las iglesias franciscanas, esta Indulgencia. Ese día también se consagra a los niños a la Virgen de los Ángeles, por eso van vestidos de ángeles y, en los años anteriores, ha sido un éxito”, remarcó al anunciar que, a partir de este 2024, la Indulgencia estará disponible para los habitantes de San Juan de la Vaquería, en el Templo a San Juan Bautista, donde también funge como párroco.

“La Indulgencia es extirpar la culpa que queda ahí, el pecado mancha, la absolución lo quita pero ese residuo que queda ahí, lo remedia la Indulgencia. El ejemplo es muy sencillo, el pecado es un clavo en la pared, la confesión es sacarlo de ahí, luego está el agujero o la marca y la Indulgencia viene siendo el resanar”. (OMAR SOTO)