El perro trabajó por seis años en el Grupo de Reacción Sureste (GRS), apoyando en cateos y filtros de revisión
Tras seis años de servicio, «César», oficial canino que trabajó en el Grupo de Reacción Sureste (GRS), se retira del servicio policial. Su compañero, el oficial Armando Flores, asegura que cumplió con distinción su encomienda de trabajar en favor de la seguridad de los saltillenses.
Para Armando, el hecho de que «César» llegue a este momento de su vida es nostálgico, ya que fue el primer perro adiestrado con el que trabajó en labores de seguridad.
«Es mi primer perro de trabajo, es mi primera experiencia trabajando con perros; me estoy llevando una experiencia muy grande, más de lo que esperaba, ya que el perro me ha respondido lo suficiente; merece su descanso, se retira por su seguridad ya que por su edad puede sufrir una lesión», explicó sobre el can que comparte retiro con «Bebeto», oficial canino que también termina su labor tras ocho años.
«En esta fecha va a pasar a su retiro tras servicio activo, él trabajó con nosotros seis años, del 2019 a la fecha, tiene aproximadamente 10 años; es un perro de doble propósito, es de ataque y de detección de narcóticos», abundó.
Vínculo irrompible
No obstante, la amistad y compañerismo entre ambos trascenderá y fuera del uniforme y las actividades diarias en materia de seguridad, seguirán juntos, ya que planea adoptarlo.
«César ha participado en aproximadamente 60 cateos, ha participado en puestos carreteros de revisión, en exhibiciones en escuelas. Regularmente los perros que son calmados se dan en adopción, los que no traen nada de mordida; en este caso es un perro de ataque y lo más probable es que me lo quede yo porque ya tenemos un vínculo», compartió sobre el perro que, junto a «Bebeto», recibió un reconocimiento por parte del Gobierno Municipal de Saltillo que encabeza el alcalde Javier Díaz González.
«Él no sabe que está listo para retirarse, puede seguir con lo que sabe hacer, pero ya es cuestión de nosotros, como tutores, darle sus actividades para que el perro no decaiga», concluyó. (OMAR SOTO)




