Resulta casi imposible para sus habitantes comprar o rentar una casa, ya que debido al “boom” turístico que desde hace años vive este Pueblo Mágico, los precios de las viviendas que están a la venta se han disparado, y en cuanto a los arrendamientos la gente prefiere rentar sus propiedades en plataformas cómo Airbnb, donde cobran mucho más
El fenómeno de la gentrificación, que afecta a grandes ciudades de todo el mundo, se está presentando de forma significativa en Parras de la Fuente, Coahuila, ante el “boom” turístico que vive este Pueblo Mágico desde hace varios años.
El precio de las casas y los terrenos se ha disparado. Por ejemplo, una vivienda en el centro de Parras puede tener un precio de más de 10 millones de pesos, cuando hace algunos pocos años la misma vivienda no llegaba a valer más de 2 millones.
Además, se ha puesto de moda la construcción de pequeños departamentos, enfocados al mercado turístico, cuyos precios superan los 4 millones de pesos, y en algunos casos, como en sectores exclusivos como “Pueblo Parvada”, en más de 6 millones, pese a contar tan solo con una o en el mejor de los casos dos recámaras, pero que a cambio ofrecen muchas amenidades.
En cuanto a los terrenos, el precio por metro cuadrado en los nuevos fraccionamientos ya es superior a los 5 mil pesos, de tal forma que un lote de 200 metros vale más de un millón de pesos. Esos precios nunca se habían visto en Parras, ni siquiera en los fraccionamientos más exclusivos, como el de Rincón del Montero.
Por otra parte, la gente que tiene propiedades en Parras para renta ha dejado de ofrecerlas de la forma tradicional —en arrendamientos por mes—, ya que les resulta mucho más rentable ofrecerlas a través de plataformas como Airbnb, de tal forma que en una sola noche pueden cobrar lo mismo que antes obtenían en un mes.
“Yo rento mi casa en 15 mil pesos por fin de semana; antes, me pagaban menos de 10 mil por mes”, comentó para El Heraldo de Saltillo el dueño de una propiedad ubicada a las afueras de Parras.
Debido a esta situación, para los habitantes del Pueblo Mágico se ha convertido en una misión casi imposible el poder adquirir o rentar una vivienda a precios accesibles, viéndose forzados a mudarse a vivir a sectores periféricos, o bien a que varias familias residan en una misma ubicación. (El Heraldo de Saltillo)
