Lobos del Aire: los cetreros saltillenses que mantienen viva una milenaria práctica

Luis Carlos Sánchez y su equipo entrenan aves para cazar, pero además realiza rescates, conservación de especies e imparte pláticas educativas sobre el cuidado de las aves

Conocida como la práctica de entrenar aves rapaces para cazar, los primeros registros de la cetrería se remontan a hace 4 mil años en Asia central, donde las comunidades nómadas utilizaban ejemplares para cazar presas como aves y liebres para consumo humano.

Posteriormente, en la Edad Media, se convirtió en un símbolo de estatus entre la nobleza de Europa, sólo quienes pertenecían a las clases altas podían practicarla con soltura. Sin embargo, con el adiestramiento de perros para cazar y el empleo de armas, después del siglo 19 la cetrería pasó a ser una actividad recreativa y deportiva.

No obstante, la tradición siguió su curso pasando de generación en generación, cruzando continentes y naciones hasta su actualidad, preservada por personas como Luis Carlos Sánchez Guevara quien tiene alrededor de 12 años dedicado a la cetrería en Saltillo.

“La cetrería es el arte donde se vincula un ave rapaz y un ser humano para un beneficio de ambos, cazar; entre los dos cazan una presa, uno les ayuda a ellos a sacar las presas y ellos, al ver que salen de donde están escondidas, van y las alcanzan y las atrapan», contó para El Heraldo de Saltillo.

«Este arte es milenario, data de hace miles de años. La cetrería se empezó a formar cuando un pastor empezó a caminar con sus ovejas y veía que, al ir caminando, andaba siempre un halcón peregrino atrás de ellos; cuando el halcón ve que las ovejas espantan los patos o las aves y empiezan a volar, el halcón cae en picada y caza a sus presas”, agregó.

CONEXIÓN DE VIENTO Y TIERRA 

El apasionado de las aves es uno de los 12 cetreros activos en la capital de Coahuila y forma parte de un grupo conocido como «Los Lobos del Aire», aludiendo a la práctica de cazar en manada que realiza el mamífero cuadrúpedo y que comparte con el Aguililla de Harris, una de las aves rapaces que más se entrenan para la cetrería.

“Tengo haciendo cetrería 12 años y hay cetreros aquí en Saltillo que tienen 20 años, nos juntamos como unas 10 o 12 personas, nos hacemos llamar los Lobos del Aire. Por lo regular nosotros volamos águilas rapaces que son das aguilillas de Harris, que son las más comunes para la cetrería y el halcón peregrino, pero el aguililla de Harris son las únicas que cazan en grupo, como si fuera una manada, por eso les llaman los Lobos del Aire”, mencionó.

Explicó que, para entrenar un ave con este propósito, que además del aguililla de Harris puede ser águila real, halcón peregrino, aguililla cola roja, el halcón cernícalo, búho virginiano y halcón de pradera, se emplea un guante en el que se colocan porciones de alimento para que el ave se habitúe a volver a la mano de su portador tras su vuelo para comer.

“Entrenar un ave te puede llevar entre un mes y dos meses, depende del ave; por ejemplo, la aguililla de Harris es la más sencilla de entrenar, todas tienen su diferente tipo de entrenamiento, pero todo se lleva con el guante, siempre les vas a entregar la comida en el guante, les vas a dar mucho placeo, quiere decir que las vas a traer mucho contigo, interactuando con gente para que te tengan confianza siempre”, externó.

«Cuando tú levantas el guante ellas lo relacionan con comida y bajan contigo. Estas aves no son mascotas, para nosotros la cetrería es una forma de vida y el ave es un compañero de cacería, no es una mascota; de hecho, él te va a hacer caso siempre y cuando tenga hambre, no es como un perro o un gato que se te acerca siempre», robusteció.

Con este fin, las aves cetreras se pesan al menos tres veces al día para que se mantengan en un peso ideal relacionado con su necesidad de cazar para alimentarse, lo que aprenden a compartir con los cetreros; es así que el vínculo entre las amas del viento y los hombres en la tierra se cimienta.

«Tiene que pesarlos todos los días, dos o tres veces, cuando come, después de comer, qué tipo de ejercicio les haces; sí lleva su tiempo, pero es muy satisfactorio verlas cazar en la naturaleza, como si estuvieran en vida silvestre. El guante es lo principal y el vínculo que tú haces con el ave», comentó al precisar que las mencionadas aves se alimentan de animales como conejos, liebres y hasta de zorros y pequeños venados en el caso del águila real.

“Lo más bonito de esto es que tú no intervienes más que en sacarles las presas, la cacería es muy padre, es muy natural. Mucho de lo que ellas casas, el alimento, lo vamos guardando para aves que nos traen para rehabilitar”, añadió.

RESCATE Y CONSERVACIÓN 

A «Los Lobos del Aire» no solamente les apasiona la cetrería sino la propia conservación y rescate de las aves que, al vivir en un entorno de urbanidad, pueden entrar a edificios o inmuebles y sufrir algún daño durante su vuelo, así que colaboran con instituciones como la Procuraduría Federal del Medio Ambiente (Profepa), Secretaría del Medio Ambiente de Coahuila y Policía Ambiental de Saltillo, con este propósito.

“Aparte de que somos cetreros, rescatamos aves, rehabilitamos aves, las que se pueden se liberan y las que no las conservamos o les buscamos una forma de vida mejor para ellas porque ya no se pueden liberar, entonces buscamos quién nos las pueda cuidar, por lo general tiene que ser un cetrero o alguien con mucha experiencia en aves rapaces», dijo.

“Yo prefiero mandar a las autoridades correspondientes para hacer las cosas legalmente, porque si voy yo está mal porque tiene que intervenir Profepa, la Policía Ambiental y la Secretaría del Medio Ambiente, ya ellos nos canalizan las aves”, subrayó.

CREAR CONCIENCIA 

El colectivo cetrero ofrece pláticas gratuitas en escuelas de Educación Básica y Media Superior para crear conciencia sobre la importante función que las aves tienen en los ecosistemas y entornos en los que habitan, incluso como controladoras de plagas.

«Vamos a las escuelas, ya sea a las primarias, a las secundarias, de repente nos hablan en las prepas, les damos una charla sobre por qué están estas aves aquí, el por qué hay que cuidarlas. Les hacemos saber el por qué están las aves en este mundo; mucha gente no sabe pero son una excelentes controladores de plagas”, dijo Sánchez Guevara.

“Llevamos los halcones o las águilas y las soltamos (principalmente en empresas) para que se vayan espantando de ahí las palomas, entonces se utilizan para eso y eso les hacemos ver a los muchachos y a los niños», señaló.

Para recibir la visita de «Los Lobos del Aire» en algún plantel educativo, se les puede contactar a través de la página de Facebook «Eventos Zoo Lobos del Aire» o por medio del teléfono 844 197 4312. (OMAR SOTO)

 

Autor

Omar Soto
Omar Soto
Reportero de El Heraldo de Saltillo. Apasionado por la cultura y lector voraz.