Ciudad de México.- En México, 7.6 millones de jóvenes laboran en empleos precarios, es decir, no cuentan con salario suficiente, tienen jornadas excesivas, o carecen de seguridad social, reveló el estudio «Jóvenes Oportunidad».
Este número representa el 55 por ciento del total de jóvenes empleados en el País (de entre 15 y 29 años), lo cual es reflejo de una crisis laboral por la que pasa este segmento de la población, advirtió el reporte realizado por YouthBuild México.
Comercio es el principal sector donde las y los jóvenes se emplean, aunque también es el más precarizado.
«En promedio, 67 por ciento de los sectores no brinda un ingreso suficiente para jóvenes oportunidad, siendo el comercio el principal sector en donde las y los jóvenes se emplean y, a su vez, el sector más precarizado.
«Del lado contrario, la industria extractiva y de la electricidad es el sector en donde más jóvenes pueden tener acceso a un ingreso suficiente; sin embargo, es uno en los sectores con una menor presencia de jóvenes oportunidad», advirtió Luis Carlos Sánchez, coordinador del reporte, en conferencia de prensa.
Los estados con mayor proporción de jóvenes trabajando en condiciones de precariedad, respecto del total de jóvenes de cada entidad, son Michoacán, con 35 por ciento; Guerrero con 33 por ciento y Chiapas, Puebla y Oaxaca con 32 por ciento, respectivamente.
Por su parte, los estados con menor proporción de jóvenes que trabajan en condiciones precarias son Baja California con 13 por ciento; Aguascalientes, 16 por ciento y Sinaloa únicamente 17 por ciento.
Por otro lado, el 25 por ciento de las personas jóvenes que trabajan tienen jornadas de más de 49 horas semanales, lo cual va en contra de la ley.
«En el País casi 4 millones de jóvenes se encuentran en un esquema de jornada excesiva, dicha situación se profundiza cuando se trata de jóvenes que no cuentan con estudios superiores y que no estudian.
«El 75 por ciento de estos jóvenes trabajan jornadas excesivas de más de 49 horas. Esto hace necesaria la discusión sobre la distribución de las cargas laborales y la reducción de jornadas como prioridad legislativa», advirtió Sánchez.
Añadió que uno de los retos que enfrenta este sector de la población es que la pobreza afecta a más de una tercera parte de los jóvenes, en tanto que solo el 56 por ciento de las y los jóvenes en edad de cursar la Educación Media Superior lo está haciendo.
«A menor nivel educativo, menores son las posibilidades de acceder a un trabajo digno», subrayó Sánchez. (AGENCIA REFORMA)
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