Comerciantes de “comida chatarra” en Saltillo y Ramos Arizpe lamentan que se les vaya a prohibir seguir vendiendo sus productos al exterior de las escuelas
Luego de que, por iniciativa de la presidenta de la República, Claudia Sheinbaum Pardo, la Secretaría de Educación a nivel federal anunció que a partir del 2025 se prohibirá la venta de “comida chatarra” tanto en el interior como en el exterior de todas las escuelas del país, comerciantes de Saltillo y Ramos Arizpe que venden productos como frituras, refrescos y dulces al exterior de planteles de Educación Básica, reprobaron la medida al asegurar que atenta contra su ingreso y sustento familiar.
“De aquí hago gastos para mis hijos, no está bien porque uno sale adelante con eso. Esto está mal porque de ahí sacamos el sustento”, mencionó Celeste Guardiola, comerciante y madre de familia.
Para Osiel Yahir García Cruz lo dispuesto por la dependencia estatal es preocupante, ya que desde hace más de 20 años su familia se dedica a vender diversos comestibles en escuelas, siendo su principal fuente de ingresos.
“Pues sí va a hacer falta el dinero, se va a necesitar. Mi papá tiene como 24 años en esto, de aquí sale dinero; que nos deje vender porque sí se van necesitar el dinero”, remarcó.
Si bien, los vendedores expusieron estar conscientes de los posibles daños a la salud que se provocan debido al consumo de estos alimentos, dejar de venderlos representa un fuerte golpe a su economía familiar.
“Es mi única fuente de ingreso, para mi familia y para mi; es un duro golpe a nuestra economía no tener este sustento que lo ganamos honradamente. Si bien nos pedirían que cambiáramos los alimentos por frutas u otros alimentos, eso representaría una mayor inversión al negocio, dinero que no tenemos en estos momentos ya que vivimos al día” comentó Edgar, vendedor de frituras al exterior de la escuela primaria Benito Juárez en Ramos Arizpe.
“Mantengo a dos hijas y mi esposo trabaja en la labor, entre los dos mantenemos la economía de nuestra familia; por mi lado estoy de lunes a sábado en la venta de mis productos y pensar que nos quitarán ese ingreso se volverá muy difícil poder hacer un cambio repentino. Nos pega en el bolsillo porque de la venta afuera de las escuelas tenemos el dinero para seguir manteniendo a nuestros hijos y llevar la comida a nuestra mesa” expresó Karla Sánchez, vendedora ambulante.
“Soy madre de familia y mantengo un hogar con una hija, este es mi única fuente de ingreso que me permite vivir dignamente. Estoy de acuerdo que no es la mejor comida de todas, pero también el gobierno debe ponerse a actuar en cómo podemos nosotros también hacer ese cambio en los alimentos, o que podamos dedicarnos a otra actividad. Quitarnos esta oportunidad nos dejaría casi en la calle” dijo Miriam Quesada, madre de familia y vendedora ambulante al exterior de la escuela primaria Eufrasio Sandoval, también en Ramos Arizpe.
El acuerdo federal denominado “Vida Saludable”, busca también promover el consumo de agua natural por parte de los alumnos, en lugar de refrescos y otras bebidas con alto contenido calórico.
Honorato García Martínez, un vendedor que se ubica todos los días en el exterior de la escuela primaria Centenario de Saltillo, calificó de injusta y arbitraria esa decisión, con la que se afecta a miles de familias que buscan obtener ingresos extra realizando la venta de golosinas, frituras y otros productos comestibles.
“Eso de buscar quitar a los vendedores de alimentos definitivamente no es de ahí, estamos de acuerdo en que los niños deben estar bien alimentados y saludables, pero esto definitivamente nos pega porque con esto buscamos la manera también de llevar el sustento a nuestras familias. En mi caso yo vendo fruta, jícama, sandía, pepino, pero no está bien lo que están proponiendo”, dijo el vendedor, originario de Puebla.
“Ya ha habido intentos, han venido inspectores del Ayuntamiento y no han podido retirarnos, vamos a seguir echándole ganas y pues a ver qué viene con esta nueva ley, pero de entrada está muy mal que nos quieran quitar y acabar con la fuente de ingresos que tenemos”, agregó.
Por su parte, Beatriz Gámez, quien junto con su madre vende dulces, papas fritas y fruta picada al exterior de la primaria José María Morelos, aseguró que de nada servirá tratar de evitar la venta de alimentos afuera de las escuelas, si antes no se actúa contra las grandes empresas que fabrican los productos que satisfacen el antojo, pero no nutren.
“Fíjese que no estamos de acuerdo, porque mi mamá ya tiene años vendiendo aquí, mi mamá es viuda. Cuando queda viuda ella se viene a vender aquí a la escuela, tengo una hermana con discapacidad, ella no puede trabajar y esta venta nos ha ayudado a sacarla adelante, de hecho, ahora con la pandemia nos la vimos muy difícil cuando mandaron a todos los niños a sus casas”.
“Sería un impacto sobre todo para gente de la tercera edad y amas de casa que se apoyan de esta actividad, yo creo que de hecho la única manera en que nos podemos alimentar sanamente y creo que no lo van a lograr, es quitando todos los productos que fabrican las grandes empresas, es algo imposible ¿Quieres eliminar la venta? Elimina las grandes empresas, la Coca Cola, Sabritas, Pepsi, las fábricas de dulces, etcétera. Son cosas que los niños no necesitan comprar aquí, las pueden traer desde sus casas”, dijo la entrevistada. (Con información de Omar Soto, Eduardo Serna y Ángel Aguilar)
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