COMO DECIA MI ABUELA

El México que queremos las mujeres

Tomo prestado el espacio de mi abuela para compartir una reflexión de cara a la jornada electoral de este próximo domingo.

Me preocupa la clase política de nuestro país y las autoridades que se encargan de regular su actuar y proceder.

Veo con tristeza como ni el INE, ni los OPLE de cada estado, ni el TEPJF se encargaron de defender la 3 de 3, que innecesariamente nombraron 10 de 10, ni son capaces tampoco de distinguir cuándo una acción afirmativa a favor de la comunidad LGBTIQ+ está siendo utilizada para realizar fraude a la ciudadanía, inscribiendo a candidatos como “mujeres” sin pedirles nada para comprobar esa supuesta identidad y permitiendo que durante su campaña se manejaran como hombres.

Ser mujer no es un sentimiento, la lucha en contra de la violencia que vivimos a diario no es un chiste, la paridad no es un juego ni debería ser utilizada convenientemente y “a modo” permitiendo que los hombres ocupen espacios destinados para las mujeres mediante una acción que se supone, beneficiaría a las minorías de la diversidad sexual, algo, que en cuanto se hicieron este tipo de observaciones, se dijo que no pasaría. Ocurre, en este mismo momento está ocurriendo en todos los rincones del país.

También se permitió que se realizara el registro de candidatos deudores alimentistas, con denuncias por violencia contra sus parejas u otras mujeres, inclusive cuando las denuncias datan de años atrás y las cuales no han llegado a término, precisamente, por las influencias políticas de estos actores que pretenden seguir violentando, ahora a través de un nuevo cargo público.

Este no es “el México que queremos las mujeres” pero si es, tristemente, el México en que vivimos.

El 17 de octubre de 2023, se formalizó el documento “Agenda política, el México que queremos las mujeres” en el cual, se plasmaron 9 ejes principales de los cuales se desprenden acciones específicas en favor del 52 por ciento del grueso del padrón electoral, es decir, las mujeres.

Entre estos, se pueden destacar: Trabajo y educación, no a la feminización de la pobreza, violencia contra las mujeres y niñas en México, sistema público nacional de cuidados, derecho a la salud integral de las mujeres, por mencionar algunos. Dicha agenda política, se compartió con candidatos y candidatas de todas las latitudes de México, contendientes por una candidatura local o federal, sin importar los colores de sus partidos.

La intención es lograr cubrir la mayor cantidad de municipios, distritos, alcaldías, delegaciones y estados, para garantizar que quienes participan en la política de nuestro país, puedan atender la emergencia nacional en la que vivimos a causa de la violencia machista.

Lo que interesa a las mujeres, es la construcción de la feminismocracia, con las mujeres al frente y nuestros derechos en el centro, un orden político que regule y sancione las prácticas fraudulentas de los hombres para seguir ocupando nuestros espacios y seguir violentando nuestros derechos y los de nuestras infancias.

Las mujeres no buscamos un bastión político, porque ese lo construimos desde nuestra sororidad, generando los espacios que no teníamos y coordinando estrategias para avanzar en el camino hombro con hombro impulsando a las otras.

Queremos que cualquier candidata o candidato que tenga intenciones de acceder al poder, sea consciente de nuestras necesidades y nos trate como ciudadanas, no como minorías.

Estoy convencida que el trabajo realizado por las colectivas feministas tales como Todas Mexico, Las Constituyentes Mx, Red Nacional de Refugios, FURIA Coahuila y todas las demás que suscriben el documento arriba mencionado no será en vano. Este documento fue signado por aspirantes a diferentes cargos públicos y, de verse favorecidos con el voto ciudadano, adquirieron el compromiso de velar por todos y cada uno de los ejes que conforman la agenda, asumiendo la responsabilidad de llevar a sus órganos de poder y circunscripción las necesidades de las mujeres y nuestras propuestas para cubrirlas.

Me queda claro que no importa quién se siente en la silla de Los Pinos el próximo sexenio, sea quien sea, deberá conocer esta agenda, deberá entender que ser mujer es una condición por la cual hemos sufrido de discriminación histórica, sistemática y estructural y que no se reduce a “sentirse” mujer o “identificarse” como tal.

Sea Xóchitl, Claudia o Máynez, deberán trabajar a la par de las ciudadanas para construir “el México que queremos las mujeres”, ya que somos mayoría en el padrón, nuestro voto no tiene precio, tiene valor. Este domingo #NingúnAgresorAlPoder #VotoFeminista (LEONOR RANGELEL HERALDO)

 

 

Autor

El Heraldo de Saltillo
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