Ciudad de México.- El secuestro y asesinato de Camila, una niña de ocho años, enardeció este jueves a pobladores de Taxco, Guerrero, que ante la demora de autoridades, sacaron de su casa a los presuntos responsables para molerlos a golpes entre gritos que exigían matarlos y quemarlos.
Ana Rosa Díaz Aguilar, implicada en el homicidio de la niña, murió a consecuencia de las golpizas que le propinaron decenas de hombres y mujeres en plena Avenida Plateros, donde los vecinos ya habían volteado y vandalizado dos taxis desesperados porque los agentes ministeriales se retiraron a buscar una orden de aprehensión y no regresaban.
Conforme a videos proporcionados por vecinos, la pequeña Camila llegó a la casa de Ana Rosa Díaz este miércoles a las 13:00 horas; iba en traje de baño porque la mujer la había invitado a jugar con su hija y amiga en una alberquita improvisada.
Pero a las 14:08, la mujer bajó hacia la avenida seguida de un taxista que llevaba en hombros una bolsa negra dentro de la cual, declaró después, iba la niña.
La mujer le abrió la cajuela y él depositó la bolsa para luego tomar la carretera. Cuando la madre de Camila llegó a buscar a su hija, Ana Rosa le aseguró que nunca había llegado.
«Cuando mi cuñada vino a recoger a mi sobrina, la señora le dijo que nunca llegó. Pero en esta zona hay videocámaras y unos vecinos le proporcionaron los videos en donde se ve que la niña entra (a la casa)», dijo el tío de Camila.
Inicialmente, la mamá de la niña intentó presentar la denuncia en Taxco, pero como no se la recibieron, tuvo que viajar a Iguala.
Ahí declaró a la Fiscalía que había recibido una llamada en la que le exigían 250 mil pesos por la libertad de su hija.
Como familiares y vecinos ya tenían los videos, se movilizaron y el taxista de la Unidad 14 que fue grabado con la bolsa fue detenido.
Según las indagatorias, él confesó dónde habían llevado el cuerpo de la pequeña.
Este jueves a las cuatro de la madrugada, el Ministerio Público de Taxco le llamó a la mamá de Camila para informarle que el cuerpo de su pequeña había sido hallado dentro de una bolsa negra tirada a un lado de la carretera federal Taxco-Cuernavaca.
Ella, sus familiares y sus vecinos llegaron hasta la casa de los victimarios para evitar que huyeran.
Pasaron las horas y emplazaron a las autoridades a que, si no actuaban en 30 minutos, ellos los sacarían de la casa, lo cual finalmente hicieron. Además de Ana Rosa, sacaron a su pareja y a un joven.
A golpes con palos y patadas los arrastraron por una escalinata. Más de 300 personas los esperaban.
El Ejército y la Policía Estatal se llevaron a los dos hombres ya golpeados. La Policía municipal subió a Ana Rosa a la batea de una patrulla, pero fue bajada dos veces a golpes. Los seis municipales presentes no intentaron controlar a la multitud y cuando pudieron llevarse a la mujer la bajaron colgando de pies y manos al piso de la agencia ministerial. Horas después se confirmó su muerte. (AGENCIA REFORMA)
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