PREGONERO

¿Por qué gastan en seguridad si estamos seguros? 

Dos veces han intentado entrar a mi casa a robar, y aunque en ambas ocasiones sólo han sido intentos, pues no se han llevado nada, cada vez he aumentado las medidas de vigilancia y seguridad al interior de donde vivo.

De entrada, procuro dormir con un pantalón cerca, porque eso de irme a la cama en pura ropa interior ha provocado que el ladrón pele gallo en lo que voy al closet. Luego instalé cámaras de videovigilancia, mi propio C4, para monitorear lo que pasa alrededor.

La primera vez usaron mi azotea para intentar robar en la casa de al lado. La segunda vez, por confiado, dejé sin candado la puerta que conduce a la terraza. Cual si fuera la versión saltillense de Spiderman malo, un sujeto -visiblemente drogado- escaló por enfrente de mi casa, subió a la terraza, desconectó una de las cámaras -porque era precavido- y luego -en su día de suerte- encontró la puerta abierta. Pero sus torpes movimientos me alertaron y cuando me escuchó salió huyendo sin lograr su cometido.

Y aunque después de hacer el reporte la policía llegó casi de inmediato, instalé alarmas en todas las puertas de mi casa, interconectadas a mi celular. Además, ya no soy tan confiado, pues no he vuelto a dejar la puerta de la terraza abierta.

Han pasado ya varios meses desde aquello, y no se ha vuelto a repetir, pero aún así sigo adquiriendo videocámaras y analizando más sistemas de seguridad o hasta aprender kung fu o karate (no estaría de más), y es que por más segura que sienta mi casa, nunca es momento de confiarse, porque no existe lugar en el mundo en donde no existan los amantes de lo ajeno.

La semana pasada el gobernador Manolo Jiménez dio el banderazo de arranque de los arcos de seguridad carreteros, una especie de escáneres equipados con alta tecnología y en donde habrá vigilancia policiaca permanente, para revisar 24/7 a los vehículos que ingresen por las carreteras de nuestro estado.

El primero se construirá en la carretera Saltillo-Monterrey, una de las más transitadas, pero también se hará lo propio en la Saltillo-Zacatecas y la Ribereña, y luego en Castaños, Candela, Juárez, Allende y Matamoros.

Días atrás el mismo gobernador inició la construcción de siete cuarteles para la Policía Estatal, sumado a la construcción y rehabilitación de bases de operaciones, cuarteles y hasta una base aérea en Piedras Negras en conjunto con el Ejército Mexicano.

Por si fuera poco, esta semana que inicia se entregarán patrullas y vehículos tácticos, además de uniformes, capacitaciones y mejora en los sueldos.

Sólo en este año, en materia de seguridad, el Gobierno del Estado andará invirtiendo cerca de 700 millones pesos.

Pero siempre hay detractores, esos que llevan años criticando el modelo de seguridad que ha dado resultados en Coahuila, los mismos que pareciera celebran cuando algún grupo de la delincuencia organizada intenta incursionar en nuestro estado y busca cualquier dato para desacreditar el trabajo de los cuerpos de seguridad.

Que, si Coahuila está tan seguro, entonces para qué tanto gasto en seguridad, dicen.

El gobernador les respondió:

“Por el momento todo está muy bien, hay paz en tranquilidad, no hay moros en la costa, pero en materia de seguridad uno nunca puede bajar la guardia, mientras estamos pasando por momentos de paz y tranquilidad hay que aprovecharlos para robustecer nuestra fuerza, para fortalecernos todavía más y para tener la capacidad de reacción, por si algún día tenemos algún problema, que haya una reacción contundente y fulminante de parte de las instituciones”, sentenció Manolo Jiménez.

O es que apoco hay quien todavía espera que en Coahuila se les reciba con abrazos a los delincuentes.

Si la casa está segura hay que mantenerla segura reforzando todas las medidas.

Sólo hay que voltear alrededor para darse cuenta en las condiciones de inseguridad que viven los de Nuevo León, los de Tamaulipas y no se diga los de Zacatecas, por nombrar a los cercanos. Ya quisieran en aquellos estados que el debate público fuera si enjaulan o no a las ranas de la Alameda porque se robaron una, y no el hecho de asesinatos un día sí y al otro también.

Ya pasamos por eso y no queremos regresar.

Autor

José Torres Anguiano
José Torres Anguiano
Reportero Multimedia. Periodista de barrio y contador de historias apasionantes.
Premio Nacional de Comunicación "José Pagés Llergo" 2017.
Premio Estatal de Periodismo 2015, 2016, 2017 y 2018.
Premio de Periodismo Cultural UAdeC 2016, 2018, 2021 y 2023.