COMO DECÍA MI ABUELA

“Después de vejez…”

Mi abuela tenía una colección de muñecas de porcelana, muñecos de peluche y alguna que otra figura alusiva a las princesas clásicas de Disney, pues le encantaba recordar su niñez. A mí en particular, me gustaba mucho una muñeca de ojos verdes y cabello negro que de vez en cuando le pedía para jugar. –Fíjate nada más mijita “después de vejez, viruela” comentaba mi abuela y se disponía contenta a jugar con nosotras.

Apenas la semana pasada comenté en este mismo espacio cómo los casos de pedofilia y abuso infantil son un grave problema social, cuando la Youtuber Florencia Guillot, subió a la plataforma dentro de su podcast titulado “Vete a Triunfar”, un capítulo al que nombró “El amor todo lo puede” en el que entrevistó al matrimonio conformado por la influencer de belleza Paulina Florencia “The Urban Beauty” y su esposo Mauricio Cuevas.

Más allá de lo problemático que resultan sentencias cómo la que decidió utilizar como título, el capítulo es demasiado turbio, si consideramos que, según lo que reconocieron los mismos entrevistados, se conocieron mientras Paulina cursaba la secundaria y Mauricio era un adulto, casado y con un hijo. Según lo dicho por el propio Mauricio, entre ellos existe una diferencia de edad de “entre 13, 14 años”.

La historia es totalmente la de un abusador de menores, que cuenta cómo ella “era una mujer muy madura para su edad” y cómo lo sedujo y lo conquistó al dar ella el primer paso hacia invitarlo a quedarse un día más en el destino de Acapulco donde coincidieron y después fue ella quién le “robó” el primer beso. Quien haya leído la historia de “Lolita” de Vladimir Nabokov, con las gafas violetas puestas y entendiendo que está narrada desde la perspectiva del abusador, puede entender de lo que estoy hablando. El problema, es que a esta historia se le considera parte de la literatura clásica y entonces, tiene el efecto para muchas personas de justificante y hasta de “manual” de cómo proceder ante las menores de edad que son “tan maduras y tan audaces para seducir a hombres mayores”.

Justamente, ese es el problema de este podcast, ya que, al ser parte de la cultura popular en nuestros días este tipo de contenido, se tiende a romantizar y naturalizar una conducta delictiva. Así es, por si aún no les ha quedado claro, establecer relaciones “románticas” y sexualizar a menores de edad constituye uno o varios delitos, según sea el caso, aunque los señores insistan en “lavar sus pecados” mediante una relación formal o incluso con la institución jurídica del matrimonio. ¿Por qué se siguen consintiendo los matrimonios entre adultos con menores de edad mediante la dispensa de los padres?

Un cerebro promedio, termina de madurar alrededor de los 24 años, por lo que, aunque la ley nos llame adultos desde los 18 años para fines cívicos, en materia de madurez cognitiva y emocional, en secundaria aún estamos muy lejos de llamarnos maduros.

Afortunadamente, las reacciones de los internautas en su mayoría son de repudio ante este capítulo del podcast, lo preocupante es que, de los tres participantes, el único que parece darse cuenta de que se está relatando una historia de pedofilia es el propio perpetrador. La entrevistadora dijo textualmente “tienen una historia bien llamativa” refiriéndose al relato de cómo se conocieron los cónyuges, pero en ningún momento parece entender que está contribuyendo a que este tipo de “historias llamativas” persistan.

Quizá podemos pensar que no hay nada de malo en la relación, ya que esta se cuenta desde una pareja establecida como el estereotipo de un matrimonio feliz, pero eso es precisamente lo preocupante. ¿Cuántas niñas y niños pueden estar viviendo un “enamoramiento” de su profesor, entrenador, maestro de música, vecino o amigo de sus padres, sin entender que se encuentran en una relación asimétrica y al ver este podcast idealizar aún más la relación?

Estas niñas y niños que son abusados y entran a dinámicas de relaciones de control con adultos, no viven sus etapas ni terminan de madurar, por lo que presentan conductas que se podrían considerar “infantiles”, como diría mi abuela “después de vejez, viruela” presentando daños irreparables en el desarrollo y la cognición.

Afortunadamente, el podcast ya no está disponible, Florencia Guillot lo bajó de la plataforma y luego publicó una disculpa bastante mediocre a través de su Instagram, en la que deja ver, que aún después de toda la polémica, no alcanza a dimensionar el problema.

Quienes sí lo dimensionan, son diversos expertos en psicología y derecho, así como activistas de los derechos humanos, derechos de las infancias y feministas, que han replicado el contenido en diversas redes sociales, abriendo la discusión para que nos eduquemos como sociedad. Que no se nos olvide que las infancias son responsabilidad de todos, alcemos pues la voz por ellas para que puedan ejercer sus derechos en un entorno libre de abuso y violencia. #ConLosNiñosNo #LasInfanciasNoSeTocan (LEONOR RANGEL| ELHERALDO)

 

 

Autor

Leonor Rangel
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