SEGUNDO ROUND, PARA MANOLO
El segundo debate resultó mucho más dinámico y entretenido que el primero. Aunque el formato estuvo un tanto revuelto, permitió que los cuatro candidatos participaran libremente y que pudieran expresar sus ideas sin la intromisión del moderador, el cual, ahora sí, se dedicó a moderar.
El gran perdedor fue sin duda RICARDO MEJÍA BERDEJA, porque de plano no le entendió al formato, no se dio cuenta de que estamos en el 2023 y no en el 2011, y se la pasó hablando de RUBÉN MOREIRA y del pasado, en vez de centrarse en el presente y en lo que él pudiera aportar para el estado en el remoto caso de que ganara la gubernatura.
En cuanto a ARMANDO GUADIANA, hay que destacar dos aspectos positivos de su participación: uno, que ahora no pidió permiso para ir al baño; dos, que por fin ya se cambió el sombrero, porque el otro ya olía muy feo. Pero eso es lo único que se puede destacar, porque junto con el sombrero viejo en su casa se le olvidaron las propuestas, y cuando habló de corrupción, terminó por morderse la lengua, ya que si alguien tiene antecedentes en ese tema es precisamente él, y si hay un partido al que los mexicanos identificamos como tapadera de los corruptos, es a Morena… No por nada Manolo le recordó aquella frase que al propio Guadiana lo hiciera famoso hace ya algunos años, cuando confesó en una entrevista que “honrado honrado, lo que se dice honrado, no es”, en tanto que el viejo del sombrerón aprovechaba para sacar el cobre, al revelar que si llega a ser gobernador, piensa hacer un gran negocio con los terrenos de su propiedad para desarrollar parques industriales.
LENIN PÉREZ bien, en su papel, peleando su tres por ciento y sin meterse en camisa de once varas. Sabe que no puede ganar, pero sabe también que se está jugando el futuro de su negocio (perdón, de su partido), y de ahí nadie lo mueve…
Y MANOLO JIMÉNEZ en lo suyo. No se ganchó con los rasguños y los rugidos que le lanzó el “Tigre Toño”, y se mantuvo firme en su posición de responder a cada ataque con una nueva propuesta. Es el único de los cuatro que tiene una idea clara de lo que Coahuila requiere, y en ese sentido presentó sus propuestas y su plan de trabajo. Luciendo fresco y bien preparado, Manolo una vez más demostró que es el candidato más capacitado para gobernar nuestro estado.
En cuanto a los organizadores, hay que reconocer que hicieron un buen trabajo, y que salvo los primeros 15 minutos que le dedicaron a las presentaciones de todos los involucrados, el resto del debate transcurrió de forma muy amena y civilizada. Enhorabuena.
YA LO DAN POR GANADOR
Por lo pronto, siguen surgiendo encuestas con datos muy interesantes en torno a la elección de gobernador en Coahuila. La que este miércoles difundió Mitofsky en el periódico El Economista no solo le da una cómoda ventaja de casi 13 puntos al abanderado de la Alianza por la Seguridad, MANOLO JIMÉNEZ SALINAS, sobre el segundo lugar en las preferencias, ARMANDO GUADIANA, sino que además presenta una medición sobre la percepción de la gente en torno a cual es el candidato que creen que ganará la elección.
De acuerdo con Mitofsky, el 52.7% de los coahuilenses creen que Manolo va a ganar, en tanto que sólo el 22.7% piensan que Guadiana será el ganador. En términos de percepción, la diferencia es enorme. En cambio, solo el 4.6% de los coahuilenses piensan que va a ganar el “tigre Toño”, y apenas un 2.3% creen que el ganador será Lenin Pérez. Así las cosas, a menos de mes y medio de la elección.
DAÑO MORAL Y DIFAMACIÓN
Ojo, el “tigre Toño” podría ser demandado por daño moral y difamación por parte de los tres jefes policiacos a los que acusó sin presentar pruebas de estar detrás de la venta de “cristal” en Coahuila. Mejía Berdeja los mencionó por su nombre y apodo, y además presentó fotos de cada uno de ellos en el debate del pasado domingo, lo cual sería más que suficiente para que, si alguno de ellos o los tres deciden demandarlo, puedan ganarle una considerable suma de dinero… A ver si Tony Flores también le patrocina los juicios y sus consecuencias…
AL DIABLO CON LAS INSTITUCIONES
Son miles de promesas las que LÓPEZ OBRADOR ha dejado de cumplir, pero al menos hay una en la que sí ha puesto todo su empeño: aquella en la que prometió “mandar al diablo a las instituciones”.
Y es que no solo el INE y el INAI han sido blancos de sus paranoicos ataques. Hace unos días el tabasqueño —conocido como “el rey del cash”— mandó al Congreso una iniciativa con la que pretende eliminar o degradar 18 instituciones, entre estas algunas tan importantes como el Sistema Nacional Anticorrupción; el Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes; los institutos de Pesca y Acuacultura; de Lenguas Indígenas; de Ecología y Cambio Climático; de Ayuda a Refugiados; de Tecnología del Agua; de Uso Eficiente de Energía; el Instituto Mexicano de la Juventud y el Instituto Nacional de las Personas Mayores.
AMLO agarró parejo en su obsesión de destruir todas las instituciones que se le ocurra, y lo más triste es que para que la aprueben esta iniciativa, sólo le hace falta el voto de los “borregos” de Morena y sus aliados.
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