El fuerte contraste del frío y el calor registrado en febrero, la nueva normalidad del cambio climático

 (Xinhua/Haris Memija) (jg) (ah) 

Ginebra.- Las temperaturas invernales del hemisferio norte y las veraniegas del hemisferio sur con pautas climáticas muy variadas, y temperaturas por debajo y por encima de la media en algunas partes del mundo, destacan las nuevas “normas climáticas”, afirma la Organización Meteorológica Mundial.

Hasta tal punto el patrón ha cambiado, que la Organización señala que esa variación, junto con la aparición progresiva de nuevos métodos de registro climático actualizados, provoca el replanteamiento de la cuestión sobre qué es la temperatura media.

Un nuevo informe del Servicio de Cambio Climático de Copernicus, realizado por el Centro Europeo de Previsiones Meteorológicas a Medio Plazo, indica que esta disparidad se produjo con temperaturas por encima de la media en el noreste de Canadá, Groenlandia y el océano Ártico, mientras que Siberia destaca como la región con más temperaturas por debajo de la media.

El registro del tiempo de febrero mostró esta variedad en gran parte de la Federación Rusa y América del Norte con temperaturas muy por debajo de la media observada entre 1991 y 2020, pero muy por encima de la media en partes del Ártico y en una banda que se extiende en dirección este partiendo desde el noroeste de África y el sur de Europa hasta China.

Estados Unidos: El invierno más frío desde hace más de tres décadas 

Los Estados Unidos, a excepción de Alaska y Hawái, tuvieron su febrero más frío desde 1989. Según los datos preliminares de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica estadounidense, entre el 11 y el 16 de febrero se batieron 62 récords diarios de temperaturas frías mínimas y entre el 15 y el 16 de febrero 69 marcas diarias de temperaturas frías máximas.

Por otro lado, la superficie de hielo marino en febrero de 2021 fue inferior a la media en ambas regiones polares, aunque no de modo excepcional. En el Ártico, estuvo por debajo de la media a lo largo del noreste de Canadá, y mostró una variedad de estados en toda Eurasia.

El frío no atenúa el cambio climático

La Organización destacó que, pese a que el mes de febrero haya sido un mes relativamente frío no invalida la evolución hacia un calentamiento a largo plazo causada por el cambio climático.

Aunque a consecuencia del cambio climático las olas de frío son cada vez más infrecuentes y se haya producido un descenso de los registros de temperaturas frías como consecuencia del calentamiento global, los registros fríos y la nieve seguirán formando parte de los patrones meteorológicos habituales en el invierno del hemisferio norte.

El Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático afirmaba esta tendencia en su quinto Informe de Evaluación.

“Es prácticamente seguro que se producirán con mayor frecuencia temperaturas cálidas y con menor frecuencia temperaturas frías extremas en la mayoría de las zonas terrestres en escalas de tiempo diarias y estacionales a medida que aumenten las temperaturas medias globales. Es muy probable que las olas de calor se produzcan con mayor frecuencia y duración. Seguirán produciéndose extremos invernales ocasionales de frío.

Al mismo tiempo, continúan las investigaciones sobre cómo el calentamiento de las masas de aire del Ártico y la disminución del hielo marino están afectando a la circulación oceánica y a la corriente en chorro, lo que influye en el tiempo de las latitudes medias.

Las concentraciones de gases de efecto invernadero siguen aumentando. La estación de Mauna Loa, en Hawái, que se utiliza como estación de referencia, informó de que las concentraciones medias de dióxido de carbono en febrero fueron de 416,75 partes por millón, frente a las 413,4 partes por millón de febrero de 2020.

Un nuevo estándar para medir las temperaturas

Según el Servicio de Cambio Climático de Copernicus, el mes de febrero se acercó a la media registrada a nivel mundial de 1991 a 2020. Este servicio ha cambiado recientemente su punto de partida para calcular los promedios climáticos, una actuación que también han introducido los Servicios Meteorológicos e Hidrológicos Nacionales de Europa y en algunas otras partes del mundo.

El calentamiento global provocado por el hombre y sus variaciones naturales de un año a otro, y de una década a otra, conforman nuestro clima. Por ello, los climatólogos utilizan períodos estándar de comparación, según la definición de la Organización Meteorológica Mundial, para crear «normas climáticas», unos promedios que representen lo que puede considerarse un clima típico para un período determinado.

Hasta finales de 2020, el período de referencia estándar más actual y ampliamente utilizado para calcular las “normas climáticas” era el período de 30 años entre 1981 y 2010.  En una reciente reunión de la Comisión de Servicios de la Organización se recomendó adoptar a nivel mundial un nuevo período de referencia de 30 años, de 1991 a 2020, y se prometió apoyo a los Miembros para ayudarles a actualizar sus cifras.

Este cambio se considera necesario para apoyar a los responsables de la toma de decisiones en sectores susceptibles al clima como la agricultura, la salud, la energía, las infraestructuras y el transporte.

Sin embargo, a efectos de comparación histórica y de seguimiento del cambio climático, la Organización mantiene su recomendación de mantener el período entre 1961 y 1990 para el cálculo y el seguimiento de las anomalías climáticas mundiales relativas a un período de referencia fijo y común. (ONU NOTICIAS)

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Agencias