NO A LA VIOLENCIA CONTRA LAS MUJERES

El Día Internacional de la Mujer originalmente denominado Día Internacional de la Mujer Trabajadora, conmemora la lucha de la mujer por su participación dentro de la sociedad, en pie de emancipación de la mujer y en su desarrollo íntegro como persona. Se conmemora el 8 de marzo y es evento nacional en algunos países.

Pero la mejor forma de conmemorarlo es reflexionando en uno de sus temas más delicados: la violencia contra las mujeres. Entendiendo por violencia contra la mujer “todo acto de violencia basado en la pertenencia al sexo femenino que tenga o pueda tener como resultado un daño o sufrimiento físico, sexual o psicológico para la mujer, así como las amenazas de tales actos, la coacción o la privación arbitraria de la libertad, tanto si se producen en la vida pública como en la vida privada”.

 

En México últimamente han ocupado espacios, en los medios de comunicación, casos de violaciones a los derechos de las mujeres, que por involucrar a personajes de la vida pública del país han resonado más que algunos otros que se quedan soterrados en un anonimato terrible.

Bien haría y gran mensaje mandaría el gobierno en resolverlos con apego a derecho, protegiendo a las víctimas y haciéndoles justicia.

Sin embargo, no debemos verlos como hechos individuales, aislados, dignos del rechazo público; es primordial que nos quede claro que la violencia contra las mujeres es un problema que daña a toda la sociedad y a los valores que la rigen, por lo que debe ser un asunto de gobierno que exige políticas activas e iniciativas concretas.

Siempre partiendo de la base que el Estado de derecho tiene el compromiso de otorgar el mismo valor a la vida de los ciudadanos y ciudadanas y, que por ello, una sociedad no es plenamente democrática mientras exista violencia de género, puesto que este es uno de los más importantes obstáculos para que las mujeres sean ciudadanas de pleno derecho.

Por supuesto que la estrategia del gobierno, para lograr una convivencia de igualdad y libre de violencia, deberá contener una adecuada articulación de medidas coercitivas en el ámbito penal que protejan a las víctimas y tipifiquen como delito todas las formas de violencia contra las mujeres.

Pero además el gobierno deberá adherir otros ingredientes que incidan en la sensibilización a través de mensajes y posturas institucionales que abran camino al cambio de actitudes de una sociedad que debe ser capaz de erradicar la forma más cruel y vejatoria de discriminación por razón de género.

José Vega Bautista

@Pepevegasicilia

josevega@nuestrarevista.com.mx

 

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José Vega Bautista
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