Las encuestas sobre los dos primeros años del gobierno de la 4T registran una aprobación de la gestión presidencial entre el 58 y 62 por ciento.
Parece que ningún mal resultado o desastre nacional afecta la imagen de AMLO, reflexiona el ex procurador Ignacio Morales Lechuga.
Pues a esos niveles de aprobación, en plena crisis económica y de salud, ahora se les tendrá que considerar lo dicho por Marco Oviedo, jefe de Investigación Económica para América Latina de Barclays.
De acuerdo con ellos, “La estrategia del gobierno federal para la aplicación de la vacuna contra COVID-19 le sumó puntos a la expectativa de crecimiento económico para 2021 del banco con sede en Londres, Barclays”.
“El panorama se ve mucho mejor con el tema de las vacunas, porque tienen indices de efectividad más altos a lo esperado. En Reino Unido ya se aplicó la primera vacuna, y esto va a seguir es un proceso que tomará tiempo, pero México es de los países de América Latina que mejor posicionado está, tiene asegurado alrededor de 180 millones de dosis a raíz de diversos contratos, va a sobresalir en esa estrategia, comienza con un buen pronóstico, porque países como Perú, Brasil están por debajo del 50% de su población”.
Por ello, la institución financiera ajustó sus perspectivas económicas de México para 2021: pasó de 3% previo al anuncio de la estrategia de las vacunas en México a 4.5% después. Para 2020, la perspectiva es de -8.8%.
Oviedo, aclara que “aún, honestamente, esta perspectiva se ve conservadora, porque si vemos que esta estrategia es más rápida y efectiva, la economía podría crecer hasta 5% o 6%, pero estamos siendo cautelosos, optimistas y mucho vendrá de la recuperación de los sectores que han sido sensibles a la pandemia: hospedaje, entretenimiento y transporte”.
Finalmente agrega que México ha optado por ser prudente en el manejo de las finanzas, lo que ha sido bien visto, al menos en el corto plazo por agencias crediticias. (expansion.mx)
Todo eso se sumaría al hecho de que, desde su inicio, el gobierno federal en su estrategia puso en marcha diversos programas en materia de desarrollo social con enfoque territorial, con la finalidad de mejorar las condiciones de bienestar de la población que se encuentra en situación de pobreza.
Esa política social contiene en su interior ingredientes de una política económica de tipo keynesiano, en tanto en cuanto estimula el consumo. Keynes proponía dotar a los gobiernos de instrumentos para luchar contra la crisis a través de la política fiscal, especialmente cuando la economía está en crisis y el motor de la misma, el consumo, es anémico.
Así los programas de desarrollo social de López Obrador han cumplido esos dos propósitos. Por ello ahora, ante la actual crisis sanitaria y económica derivada de la aparición y desarrollo de la pandemia causada por el virus del Covid 19, la política social se ha revalorizado sobre todo en los grupos más vulnerables de la sociedad.
Es muy sabido que los pueblos no están gratis ni porque sí con ningún movimiento. No es capricho colectivo, masivo. No se trata de una reacción de simple simpatía, sino algo más hondo y significativo.
Tal vez por ahí se necesite hurgar para encontrar la explicación de la actual aprobación del presidente López Obrador, y de ahí partir para hacer el bosquejo de lo que será el escenario electoral del 2021.
José Vega Bautista
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