Investigadores del Cinvestav hacen recuento de ciertas características y compuestos del fruto que son analizados a fin de determinar beneficios de este producto agrícola
Guanajuato.- Se trata de una de las primeras especies vegetales domesticadas de las que se tiene registro en el territorio actualmente conocido como México; a partir de la llegada de los europeos al continente americano, su sabor (y pungencia) fue llevado a otras partes del mundo.
Sin embargo, es hasta la última década que diversos grupos de investigación alrededor del mundo han puesto interés en las propiedades que ofrecen algunos compuestos del chile, en específico de la especie Capsicum annuum, originario de Mesoamérica, y a los que pertenecen la gran mayoría de los que se conocen en México.
Un recuento de esas características y de las posibles aplicaciones que ofrece este fruto y planta fue recientemente publicado en la revista científica Comprehensive Reviews In Food Science And Food Safety, una de las más destacadas en el tema de alimentos, bajo el título «Capsicum annuum (hot pepper): An ancient Latin-American crop with outstanding bioactive compounds and nutraceutical potential. A review”.
El documento fue realizado por un grupo de investigación del Cinvestav Unidad Irapuato, encabezado por Octavio Paredes López, en el que se da cuenta de las características agronómicas y biológicas del chile, con la intención de que más especialistas nacionales se interesen en este producto agroalimentario e industrial como materia de estudio.
“Es importante analizar las características agronómicas de la planta, el comportamiento, los saborizantes, características nutracéuticas y el potencial medicinal que tienen algunos de los compuestos o extractos del fruto y la planta. Hemos descrito, a partir de investigaciones propias y de literatura científica, las características de las especies que tiene el género Capsicum, así como las técnicas para la identificación de los factores relacionados con estas características”, expresó Octavio Paredes.
En concreto, la publicación describe las propiedades de cinco especies del género Capsicum (se tiene registro de alrededor de 25), debido a que presentan mejor conveniencia medicinal y nutricional, además de que son mayormente conocidas. De esa forma, los investigadores hacen referencia a las propiedades de C. annuum, C. frutescens, C. baccatum L., C. pubescens y C. chinense.
En esas especies, se sabe que contienen vitaminas; minerales; provitaminas; compuestos fenólicos (que recuperan radicales libres en el organismo); carotenoides (usados en la obtención de colorantes); capsaicinoides (metabolitos que han mostrado diversos beneficios a la salud). Lo que significa que estos productos agrícolas deben de considerarse de alto valor debido a que sus compuestos pueden emplearse en diversos sectores productivos.
De hecho, el documento publicado por el grupo de investigación del Cinvestav Unidad Irapuato hace referencia a los resultados de distintas líneas de investigación a nivel mundial que en la última década ponen de manifiesto los usos terapéuticos y propiedades médicas de la capsaicina, uno de los principales capsaicinoides que contiene el chile.
Entre los beneficios que recoge el artículo científico, destacan los efectos antiobesidad que han reportado investigaciones en torno a la capsaicina, ya sea por la sensación de saciedad que produce o, a nivel molecular, el mejoramiento del proceso de lipólisis en los adipocitos, con lo que se incrementa el gasto energético del cuerpo.
Asimismo, se han realizado estudios en torno a la actividad antioxidante y protección cardiovascular de la capsaicina, como parte de su actividad preventiva de la oxidación de proteínas y la actividad enzimática. Un aspecto que llama la atención es que el valor comercial de la capsaicina cada vez es mayor en virtud de su creciente importancia como saborizante, analgésico y en las otras potencialidades nutracéuticas y medicinales en desarrollo.
“Sorprendentemente, México es importador de este extracto y las investigaciones científicas y de innovación sobre este material genético, endémico del país y en una buena cantidad de casos, exclusivamente nuestro, tienen lugar en otros lugares del mundo.
Recientemente, se han realizado estudios que proponen el uso de compuestos del chile como adyuvantes de terapias anticancerígenas (al tener propiedades que promueven la apoptosis en células dañadas), así como en tratamientos contra enfermedades renales, como analgésicos y antivirales; lo que resulta de gran interés por la actual pandemia”, señaló Octavio Paredes.
Para el expresidente de la Academia Mexicana de Ciencias, si bien en la última década se han realizado estudios científicos en torno al chile, aún falta que más grupos de investigación, sobre todo en México, consideren a esta planta dentro de sus líneas de investigación, no sólo en el análisis de sus compuestos, sino también para su mejoramiento biotecnológico, a fin de poder aprovechar al máximo un recurso que tiene origen en esta región. (OBITUARIO)
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