Ciudad de México.- El 23 de octubre, 10 días después de que naciera su hija, David Arellano y su esposa anduvieron de un centro de salud a otro buscando la vacuna BCG, conocida como la de recién nacido, esa que evita enfermarse de tuberculosis. En todos lados les dijeron lo mismo: no hay y no se sabe cuándo habrá.
De acuerdo a información de la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tuberculosis es una enfermedad transmisible que constituye una de las 10 primeras causas de mortalidad en el mundo y la principal provocada por un solo agente infeccioso (por encima del VIH/sida). Esta enfermedad la provoca el bacilo Mycobacterium tuberculosis, que se propaga cuando las personas infectadas expulsan bacterias al aire, por ejemplo al toser.
Animal Político publicó que registros del Sistema de Información de la Secretaria de Salud revelan que en México, en 2018, más de 1,800 personas murieron por tuberculosis y sus secuelas.
David y su esposa fueron a establecimientos de dos diferentes instituciones, Secretaría de Salud e ISSSTE, a buscar la BCG. Empezaron por el Centro de Salud T-III Dr. José Zozaya, en Santa Anita, en la Delegación Iztacalco, en CDMX. No la encontraron.
Se fueron al Centro de Salud José María Morelos y Pavón T-II, en la colonia Morelos, en la delegación Venustiano Carranza. Tampoco había. Les dijeron que fueran al ISSSTE, a la Clínica de Balbuena. Arellano y su esposa no son derechohabientes, pero les dijeron que si había, estaban obligados a dar una dosis para la bebé. Pero no, no tenían.
Les recomendaron ir al ISSSTE de Venados, el que está en Vertiz y Municipio libre, tampoco la encontraron. Acabaron en la Clínica del ISSSSTE de Tlalpan, pero les dijeron lo mismo: no hay y no se sabe cuándo habrá. “Hasta ahora no hemos encontrado la vacuna para mi bebé”, dice Arellano.
En el IMSS tampoco hay. Un derechohabiente de esa institución, Alberto Pradilla, cuenta que acaba de buscar en una clínica de esa institución en la CDMX la vacuna para su bebé, y le dijeron lo mismo: que no hay. Incluso llenaron el espacio en la cartilla del recién nacido con la leyenda desabasto.
Leopoldo García Velasco, jefe de área de la División de Prevención y Detección de Enfermedades del IMSS, confirmó en entrevista con Animal Político que no tienen vacuna BCG y asegura que el problema afecta a todo el sector salud, en todo el país, incluyendo a los privados. Algo que confirman David y Alberto: en los particulares tampoco hay.
“Desde principios de septiembre no tenemos dosis ya en el IMSS, no sabemos exactamente cuándo volvamos a tener, pero creemos que será en marzo”, dice García Velasco.
De septiembre a la fecha, unos 30 mil o 35 mil recién nacidos se han quedado sin la vacuna, solo en el IMSS, precisa el funcionario. Cada mes sin que llegué a las clínicas, otros 10 mil bebés se quedarán sin su dosis, adelanta.
García Velasco asegura que este desabasto se debe a la escasez mundial de la vacuna, provocado por la demanda internacional y la concentración del mercado en pocas empresas. Arellano explica que a México llegaba la vacuna de un solo fabricante.
Ese fabricante es Japan BCG Laboratory, con domicilio en Tokio, Japón. El titular del registro ante Cofepris para traer y distruir aquí la inmunización era Grupo Laboratorios Imperiales Pharma, distribuidor al que la Secretaría de la Función Pública (SFP) inhabilitó el 6 de agosto de 2019 durante dos años y tres meses por mentir en sus declaraciones para ganar licitaciones públicas e incumplir entregas.
La SFP señaló que la empresa proporcionó información falsa en el contrato CENSIA-0015AD/2018 firmado el 1º de junio de 2018, para la compra de la vacuna doble viral.
El lunes 29 de junio de 2020, la Secretaría de la Función Pública impuso dos nuevas sanciones a la empresa. En un comunicado, la dependencia informó que “como resultado de minuciosas investigaciones, se determinó que l presentó información falsa al celebrar un contrato con la Secretaría de Salud para la adquisición de la vacuna triple viral contra sarampión, rubéola y parotiditis, por lo que se le inhabilitó por 27 meses y se le multó con un millón 124 mil 370 pesos”.
Además, “se halló que la empresa también presentó información falsa al celebrar otro contrato con la Secretaría de Salud para la adquisición de la vacuna anti hepatitis B 10 mg, por lo que se le impuso otra inhabilitación por 27 meses y otra multa por un millón 88 mil 100 pesos”.
Cofepris detuvo, a finales de 2019, lotes de la vacuna triple viral traídas por este distribuidor por no ofrecer 100% de protección contra las tres enfermedades: sarampión, rubeola y paperas. El funcionario del IMSS dice que al instituto esta empresa no les incumplió entregas, pero a la Secretaría de Salud sí.
Grupo Laboratorios Imperiales Pharma –de Francisco Álvarez Morphy Alarcón, conocido como el Rey de las Vacunas– se creó en junio de 2017 y un año después ya tenía contratos por millones de pesos adjudicados de manera directa, sin licitación, para proveer de vacunas a cuatro dependencias (IMSS, Salud, ISSSTE y Sedena) de la administración federal anterior, la de Enrique Peña Nieto.
Cuando llegó la nueva administración federal, los problemas empezaron para el Rey de las Vacunas y su grupo empresarial, que proveía justo la vacuna BCG.
En 2018, IMSS, ISSSTE y Salud hicieron contratos por al menos 103 millones 076 mil 617 pesos con Grupo Laboratorios Imperiales Pharma para la compra de esa vacuna, de acuerdo información de la plataforma Compranet.
Todavía en 2019, antes de la primera inhabilitación por parte de la SFP, Imperiales Pharma obtuvo contratos (al menos lo que están plenamente identificados como compras de BCG), por al menos 47 millones 151 mil 640 pesos por la misma vacuna.
Para 2020 ya no hubo contratos para esta empresa por la inmunización de la tuberculosis. Aunque García Velasco del IMSS asegura que no es por eso que haya desabasto, el funcionario se parapeta en la concentración del mercado mundial para justificar la escasez.
Era de un solo fabricante en Japón la vacuna con la cepa que se había estado usando en México, refrenda García Velasco. Hay otro, en la India, aunque es de otra cepa, pero no tenía los registros de Cofepris. “Y seguro debe haber otros, estamos buscando, se está trabajando para que la población cuente con vacunas seguras y eficaces”, señala el funcionario.
El otro fabricante, el de la India es Serum Institute, empresa que ya aparece como proveedor en las compras de la vacuna BCG de 2020, el otro al que se le han adjudicado contratos por esta vacuna funge en este caso como distribuidor, es Laboratorios de Biológicos y Reactivos de México (Birmex).
Esta última es una empresa de propiedad mayoritariamente estatal que desarrolla, produce, importa y comercializa vacunas y antivenenos. Para cubrir la demanda del mercado mexicano, Birmex también vende vacunas, inmunoglobulinas y productos de diagnóstico fabricados por otras empresas.
Hasta 2018, el campo de acción de Birmex se había acotado cada vez más. Desde marzo de 2020, Oliva López, secretaria de Salud de la Ciudad de México, alertó que había escasez de vacuna BCG en la capital y en todo el país. Entonces se quejó de que en los años 80, México era autosuficiente en producción de vacunas y al empezar la lógica de mercantilización de la salud se desmontó la gerencia general de biológicos y reactivos.
“Tras el cierre de esa gerencia, se dejaron de producir vacunas en México y se comenzaron a comprar en el extranjero. Ahorita tenemos una disminución de BCG, es con la que estamos batallando”, señaló.
Animal Político solicitó entrevistas, para hablar de los motivos del desabasto, a la Asociación Mexicana de Vacunología y a la Cámara Nacional de la Industria Farmacéutica (Canifarma), pero ambas organizaciones declinaron dar información y sugirieron a este portal dirigirse a Birmex o al Centro Nacional para la Salud de la Infancia y la Adolescencia (Censia).
Animal Político también solicitó entrevistas a la Secretaría de Salud, a Coferpris y al ISSSTE, pero hasta el cierre de esta edición no hubo respuesta por parte de ninguna de las tres instituciones.
El fabricante de la vacuna con la nueva cepa que llegará al país, Serum Institute señala en su sitio web que es el más grande productor de vacunas por número de dosis producidas y vendidas en el mundo (más de 1.5 billones de dosis), que incluyen polio, difteria, tétanos, hepatitis B y, claro, BCG. Se estima, dice la empresa, que alrededor de 65% de los niños en el mundo reciben al menos una vacuna fabricada por Serum Institute.
Las vacunas de estas empresas tienen la aprobación de la Organización Mundial de la Salud y se usan en más de 170 países.
La administración federal, tanto en voz del presidente, Andrés Manuel López Obrador, como del Secretario de Salud, Jorge Alcocer, y del subsecretario, Hugo López Gatell, ha señalado que buscan la forma de desconcentrar el mercado nacional de medicamentos y vacunas, para erradicar la corrupción y no dejar a la población sin los productos sanitarios que se requieren.
En ese afán, el 28 de enero de 2020 se publicó en el Diario Oficial de la Federación un Acuerdo en el que se reconocen como equivalentes del registro de Cofepris, los autorizados por la Agencia Suiza para Productos Terapéuticos-Swissmed, la Comisión Europea, la Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos de América, el Ministerio de Salud de Canadá, la Administración de Productos Terapéuticos de Australia, las Agencias Reguladoras de Referencia OPS/OMS; y los precalificados por el Programa de Precalificación para Medicamentos y Vacunas de la Organización Mundial de la Salud o Agencias Reguladoras miembros del Esquema de Cooperación de Inspección Farmacéutica.
Con ese Acuerdo se pueden ya traer las vacunas de otros países. De hecho, el funcionario del IMSS confirmó a Animal Político que ya les comunicaron que se adjudicó un contrato para traer la vacuna BCG a México, aunque asegura que no sabe si ya está en el país.
“Pero ya hubo una licitación, se adjudicó, ya hay un proveedor o a un distribuidor que ya se comprometió a traerla a México y tiene que ser antes de este año”, afirma García Velasco.
Falta ahora que llegue a las clínicas y centros de salud, para eso primero tiene que llegar al país un lote que evaluará Cofepris, antes de autorizar su liberación al mercado, algo que puede tardar hasta 180 días hábiles. Por eso es que el funcionario del IMSS calcula que contarán con ella hasta dentro de cinco o seis meses, aproximadamente en marzo.
Sobre el riesgo de que los recién nacidos tengan que esperar para la vacuna, García Velasco dice que ha habido una buena cobertura de esa inmunización en los años previos, por lo que no hay tanto riesgo de un brote.
La OMS, en su último informe sobre tuberculosis, señala que la mayoría de los casos en 2018 se registraron en las regiones de Asia Sudoriental (44%), África (24%) y el Pacifico Occidental (18%), con porcentajes menores en el Mediterráneo Oriental (8%), las Américas (3%) y Europa (3%).
La cobertura de la vacuna BCG es la más amplia que se ha logrado en los últimos años. De acuerdo con los resultados de la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (Ensanut) 2018-2019 hubo un 94% de cobertura en niños de hasta un año cumplido, contra 62.7% de la pentavalente o del 74.8% de la neumocócica.
Aun así, el funcionario del IMSS aseguró que “enterados de que llegó a México (la vacuna BCG), nos estaremos reuniendo como sector para ver qué posibilidad hay de que se pueda liberar un poco antes de los 180 días”. (ANIMAL POLÍTICO)
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