Centroamérica y su cine, el caso de Costa Rica y dos filmes para disfrutar en casa
El cine latinoamericano tiene una gran historia que ha estado plagada de complicaciones, sobre todo económicas, sin embargo, cinematografías como las costarricense y nicaragüense han superado las adversidades para generar grandes joyas como se enuncia a continuación.
Comencemos con el cine tico, el cual comenzó su vida un 17 febrero de 1897 en el Teatro Variedades de la capital San José, donde se exhibieron en un proyectógrafo de Edison, las vistas “Beso de la viuda”, “El baño de la mañana”, “El baile serpentino” y “El baile del paraguas”, todas ellas, cintas de importación, incluso los primeros cortos locales, fueron realizador por extranjeros como Carlos Poeti, quienes llevaron a Costa Rica los primeros cinematógrafos ambulantes, con los que además proyectaban imágenes de la vida cotidiana captadas en el país.
La primera cinta costarricense de la historia fue un cortometraje documental llamado, “La procesión del Congreso Eucarístico” producida por el periodista Amando Céspedes, quien el 14 de octubre 1913 la presenta ante sus compatriotas con gran éxito, situación peculiar, pues el mismo evento había sido filmado por Manuel Gómez Miralles, aunque él la proyectó hasta el 16 de noviembre en 1913 en el Circo Teatro, con ellos comienza el cine nacional costarricense.
La consolidación del cine tico llegó hasta 1930, cuando se realizó el primer largometraje de ficción, “El retorno” dirigida por Albert Francis Bertoni, la cual narra en 70 minutos, la historia de un joven rico que llega a San José a estudiar la universidad, aunque no está acostumbrado a la dinámica con la que se vive ahí y comienza a tener problemas por las nuevas amistades, por lo que regresa a casa con su novia y su familia.
Hoy en día, existen grandes directores que sustentan el crecimiento, lento pero seguro de la cinematografía en Costa Rica, desde la década de los 90 y gracias a la consolidación de los organismos públicos de incentivos al séptimo arte en aquella nación, salieron a la luz cineastas importantes que hoy en día tienen reconocimiento internacional.
Dos filmes de diferentes épocas son los que quiero recomendar, el primero dirigido por Esteban Ramírez en 2004, me refiero al “Caribe”, filme que narra un tortuoso triángulo amoroso, en el que condicionalmente se deja ver la defensa de la naturaleza. La cinta es protagonizada por la mexicana Maya Zapata, el cubano Jorge Perugorría Rodríguez y la española Antonia Escribano García-Conde, sin duda, uno de los filmes de contemporáneo cine tico que era necesario recomendar.
La otra cinta es “Violeta al fin”, de la cineasta Hilda Hidalgo, quien nos ofrece una visión de la vida, desde los ojos de una mujer recién divorciada de 72 años, quien cuida su jardín como a su propia vida y busca la autorrealización, aún a costa de los prejuicios sociales en los que la relacionan todos quienes la rodean. El filme es protagonizado por Eugenia Chaverri personificando a Violeta. El largometraje de 85 minutos es la otra recomendación para ver en casa.
Sólo le recuerdo que la imaginación se disfruta más en la oscuridad del cine, así que no deje de asistir a su sala favorita. Para dudas, comentarios o sugerencias escríbame al correo electrónico trejohector@gmail.com o sígame en mis redes sociales “CinematografoCeroCuatro” en Facebook, “Cinematgrafo04” (sin la “ó”) en Twitter y “Cinematógrafo 04” en Spotify.
Autor
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Periodista, escritor y catedrático. Lic. en Periodismo y Comunicación Colectiva por la UNAM y actualmente maestrante en Comunicación por la UACH.
Titular de columna "Cinematógrafo 04". Imparto Taller de Micrometrajes Documentales, así como el Diplomado en Cine y Cultura Popular Mexicana.
Ganador del premio a la investigación Ana María Agüero Melnyczuk 2016, que otorga la Editorial argentina Limaclara
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