Son las 2:00 de la tarde, un hombre vestido con camisa y pantalón café oscuro camina con paso visiblemente cansado. Su rostro, lastimado por el uso excesivo de caretas de protección y del cubrebocas que aun lleva puesto, refleja agotamiento. Se trata del médico Luis Eduardo Ramírez Monterrubio, especialista en reumatología, quien forma parte del equipo de Medicina Interna que atiende pacientes con coronavirus Covid-19 en el Hospital General de Zona número 1, del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
Ha pasado mes y medio desde que el doctor Luis comenzó a tratar pacientes y casos sospechosos de esta enfermedad infecciosa. Sus días se han transformado en cumplir su turno en el hospital y regresar a un domicilio en el que vive solo, para luego despertar al día siguiente y encontrarse con una realidad que lo mantiene con miedo y ansiedad.
«Es bastante estresante. Más allá de lo que es estrés laboral, es ansiedad porque estás en el área de la guerra. Técnicamente somos soldados que mandaron a la guerra, pero acá es un agente infeccioso. Siempre que entramos nos exponemos al riesgo de contraerlo, riesgo más riesgo menos, mucho depende no tanto de cómo te pongas el traje sino como te lo quites (…). No sabes si tú ya estás positivo, duermes mal, te generan mucho dolor las máscaras y eso es un turno laboral», comentó en entrevista con EL HERALDO.
Día a día ve de cerca los estragos de una enfermedad que se propaga de manera invisible. Ante sus ojos ha pasado la dicha de ver a algunos pacientes recuperarse, pero también a otros morir por Covid-19, memorias que se suman a la incertidumbre de que un día su lugar no sea atendiendo casos, sino formando parte de ellos.
«Llegamos y revisamos cómo evolucionaron los pacientes (…), los laboratorios, qué les pasó, si hicieron fiebre, no hicieron fiebre. Después nos ponemos un traje quirúrgico y aparte el traje blanco con doble guante, doble bota, máscara (…). Revisas al paciente a intervalos de 20 minutos porque los pacientes intubados en cualquier momento tienes que revisarles el aparato, que si se les cae la presión, que si les empieza a bajar la oxigenación. Sí son pacientes críticamente enfermos que ya no sabes si te va a hacer daño también a ti el estar vigilándolos», expresó.
LA IGNORANCIA E INCREDULIDAD: ENEMIGOS CONSTANTES
Para el especialista la ignorancia y la incredulidad, respecto a la existencia de esta enfermedad, son factores que contribuyen a su propagación, ya que, al omitir las medidas de prevención necesarias, la ciudadanía se vulnera así misma, lo que de seguir así −en sus palabras− ‘complicará la atención de casos positivos’.
«Afortunadamente aquí en Saltillo no se han dado ese tipo de situaciones, no me ha tocado conocer gente que diga ‘no’. El problema es que la ignorancia no les va de a gratis, la van a terminar pagando con alguna infección (…). A nosotros nos va a afectar porque sabemos que pueden venir pacientes en peor estado a los que ya teníamos, en mayor volumen y el problema es que no tengamos la capacidad de atenderlos», explicó.
«Es muy difícil luchar contra las redes sociales y más si tratas de justificarle con evidencia a gente que no entiende algo médico. Dicen ‘es una invención del gobierno’, pues si lo hubiera inventado el Gobierno de México, hubiera empezado aquí no en China. Sí estamos, al menos en este país, dando tazas de mortalidad más altas. 30 mil casos, 3 mil muertos, 10 por ciento de la mortalidad. China reportó como dos por ciento de la mortalidad, yo creo que la creencia de que no existe está mermando el pronóstico de los pacientes. Va a haber mayor cantidad de infectados, mayor cantidad de muertos por el desconocimiento, indisciplina e irresponsabilidad de la población», agregó.
SACRIFICIO POR EL BIEN DE OTROS
Desde que fue llamado a estar en las filas de combate contra el Covid-19, el doctor Luis Eduardo no ha podido ver a su familia. Sabe que, al estar en contacto con enfermos contagiados, el precio por estar cerca de sus seres querido pudiera ser alto.
«Hay colegas que están teniendo que rentar algún otro sitio, que mandaron a sus familias a otra casa. Yo no he podido ver a mi familia desde hace como mes y medio, porque desde que supimos que era el primer caso, sabes que tus síntomas van en retrospectiva en promedio cinco días, tal vez dos semanas. Tú te expusiste hace dos semanas no sabes si todavía lo puedes contagiar o si vas a presentar los síntomas o si no los vas a presentar, pero sí vas a ser contagioso. Sí ha pegado tanto en lo personal y en lo emocional esta situación del coronavirus», dijo.
NI ENRIQUECIMIENTO NI MERCANTILISMO
Ramírez Monterrubio reprobó las declaraciones del presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, quien en fechas recientes declaró que hubo un tiempo en el que los médicos «solo buscaban enriquecerse», anteponiendo intereses económicos sobre la salud de los pacientes.
«Lo más reciente que hubo, las declaraciones del presidente del viernes, yo creo que están fuera del lugar (…). No es época para soltar ese tipo de comentarios porque si ya está habiendo antecedentes de violencia al personal de salud, eso sólo lo va a promover más, va a promover más la ignorancia y el desconocimiento de la población y que aumente más su riesgo de infección. A fin de cuentas, nosotros somos los que estamos dándole el pecho a las balas en esta situación», opinó. (OMAR SOTO)
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