La interrogante sobre la Corte
Una incógnita se cierne sobre la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN). Con la renuncia del ministro Eduardo Medina Mora se abre un importante campo de lucha política cuyo desenlace tendrá importantes repercusiones para el país. Quienes tienden a apoyar su dimisión se centran en la persona del ministro y ven una oportunidad para rectificar a la Corte, mientras que quienes tienden a rechazar lo ocurrido se centran en el contexto político y ven una ocasión para cooptar al máximo tribunal de justicia del país.
Tanto por su perfil profesional, su arribo a la SCJN y sus esqueletos pasados, el asiento de Medina Mora se antojaba frágil. Si los ministros anteriormente elegidos tenían una carrera en el ámbito académico o judicial, respetando así la letra y el espíritu de la Constitución, Medina Mora rompe con ello al entrar a la Corte con una carrera pública en las áreas de persecución criminal (PGR), seguridad pública (SSP) e inteligencia civil (CISEN). Una persona que trabajó tanto para las administraciones de Calderón y Peña Nieto necesariamente levantó legítimas sospechas de trabajar de guardaespaldas desde la Corte. Y probablemente así fue: suspendió indefinidamente las investigaciones e imputaciones de la fiscalía de Chihuahua contra Enrique Peña Nieto por los desvíos de 250 mdp al PRI, y restringió las facultades para bloquear cuentas por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) de la Secretaría de Hacienda. Aunque en este último caso el criterio fue promovido por Medina Mora y aprobado por unanimidad, sorprendió la rapidez de la publicación de la jurisprudencia justo cuando importantes figuras están siendo investigadas (Promovió Medina fallos polémicos, Reforma, 06/10/19). Con un vaso lleno de sospechas e imputaciones, la gota que lo derramó pareció ser la acusación de transferencias millonarias hacia EUA y el Reino Unido sin haber sido convincentemente aclaradas.
Pero todo suceso tiene un contexto. El proceso de renuncia de Medina Mora es igualmente sospechoso ya que no hace referencia a “causa grave” alguna como lo marca la Constitución, infieriendo presiones políticas. Dichas presiones tienen más sentido aún cuando el presidente de la República ha hecho muchos y duros señalamientos contra la Corte y el Poder Judicial (“vulgares corruptos” les dijo a los ministros, una de tantas); ha buscado bajar sustancialmente los salarios del personal judicial, introducir cuotas de genero y efectuar rotación de plazas, medidas que apuntan a la salida de cuadros y su reemplazo con otros, ¿más afines?; ha propuesto aumentar el número de ministros, un ardid para colocar a perfiles afines y controlar la Corte; nominó a la ahora ministra Jazmín Esquivel Mossa, esposa de un contratista y asesor de AMLO, José María Riobóo, e igualmente envió ternas compuestas por prominentes abogadas que han sido militantes de Morena: Loretta Ortiz Ahlff, ex-diputada federal y esposa de José Ortiz Pinchetti, y Celia Maya García, ex-candidata a la gubernatura de Querétaro en 2003 por el PRD y en 2015 por Morena.
Si la actitud mostrada y las políticas perseguidas por el actual gobierno de la República preocupan, la conducta del ahora ministro-presidente de la Corte Arturo Zaldívar enturbia aún más el contexto: mostrándose cercano a AMLO, ha estado activo en redes sociales, tomándose fotos con prominentes morenistas y haciendo declaraciones que son más políticas que técnicas. Y lo enturbia porque si en algún poder debe regir un celo de independencia y prudencia en declaraciones es en el poder judicial.
La renuncia de Medina Mora es entendible, pero preocupa el contexto en el que sucede. ¿Es su dimisión un intento serio por combatir la corrupción? Veremos si las investigaciones continúan. ¿Será cooptada la Corte al nombrar a un incondicional del actual presidente de la República? Veremos por el perfil elegido. Pero ante un río que suena, y mucho, las expectativas no parecen buenas.
www.plaza-civica.com @FernandoNGE
Autor
- Licenciado en derecho por la Universidad Iberoamericana (UIA). Maestro en estudios internacionales, y en administración pública y política pública, por el Tecnológico de Monterrey (ITESM). Ha publicado diversos artículos en Reforma y La Crónica de Hoy, y actualmente escribe una columna semanal en los principales diarios de distintos estados del país. Su trayectoria profesional se ha centrado en campañas políticas. Amante de la historia y fiel creyente en el debate público.
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