ÍNDICE

Muy pendientes habrá que estar de los once coahuilenses que son diputados federales, después de su deplorable desempeño durante el primer año de Legislatura.

El domingo debe presentar la Secretaría de Hacienda su proyecto de presupuesto para 2020, y aunque las condiciones económicas en que se encuentra el país anticipan un raquítico presupuesto para el año próximo, son los diputados quienes deben encabezar las gestiones para que a Coahuila se le asignen los recursos necesarios para mantener su dinámica de productividad y crecimiento, y sus buenos resultados en seguridad.

Para el año actual no solamente fue pobre la asignación en infraestructura, sino que además se redujo, o hasta desapareció, el recurso para todo tipo de programas, al grado de que con los de por sí escasos recursos estatales se tuvo que hacer frente a compromisos federales como las estancias infantiles, la nómina y prestaciones de instituciones como los Cecytec y el Tec Saltillo, y auxiliar a las universidades para que pudieran pagar las quincenas.

El gobernador Miguel Ángel Riquelme mantiene la prudencia y las formas en la relación con el gobierno federal, pero no por ello quita el dedo del renglón y con miras a la integración del nuevo presupuesto ha puesto la vara alta.

Además de insistir en que se restituyan los recursos para las estancias infantiles y para el impulso a las pymes, Riquelme está pugnando porque lleguen a la entidad el Fondo Minero y el de Hidrocarburos, y que haya asignaciones para los fondos metropolitanos.

Ese es un tema al que el gobernador le entiende. Como diputado federal fue Secretario de la Comisión de Desarrollo Metropolitano, y nada más en 2010 consiguió para La Laguna cerca de 400 millones de pesos.

Claro eso se lograba cuando había diputados comprometidos con su estado, hoy mantenemos a once representantes, y mientras los de mayor experiencia se mantienen agazapados –moralmente derrotados diría López–, sin querer llamar la atención o buscando espacios de negociación para poner a salvo sus intereses, los que llegaron con la ola de Morena no tienen empacho en subir a tribuna para hacer propuestas que van en contra de los intereses de la entidad.

Caso sonado el de Francisco Borrego Adame, que en dos ocasiones impulsó un punto de acuerdo para pedir la cancelación del proyecto de Metrobús en La Laguna, y su deseo se le cumplió con la bufonada que durante una gira improvisó Andrés Manuel López Obrador, quien decidió tajante tras una consulta a mano alzada que el proyecto no tendrá continuidad.

También de Morena, Melba Farías subió a tribuna para plantear la regularización de los autos chuecos, para pedir –en términos llanos– un manto de impunidad para el contrabando, sin reparar en la afectación para la industria automotriz, sostén de miles de empleos en Coahuila.

Más curtidito en las tareas legislativas, pero siempre congruente con su fama de veleta, Evaristo Lenin Pérez, llegó a la Cámara con las siglas del PAN pero va construyendo su acercamiento con Morena y no deja su discurso en contra del fracking para estar a tono con López Obrador, sin tener en cuenta el impacto económico en su región.

La facultad legal de aprobar el presupuesto es de los diputados, estamos pues en el momento de que demuestren compromiso con su entidad. Hay que estar al pendiente de su desempeño, pues muchos de estos once, si no es que todos, van a querer regresar en un par de años a buscar nuevamente el voto para ser reelectos. Que se lo ganen, ¿no?

 

Y YA QUE HABLAMOS de reelectos, la única diputada que en Coahuila ha conseguido regresar a su curul para un segundo periodo inmediato, Lilia Gutiérrez Burciaga acompañó al gobernador el miércoles durante una visita a comunidades de Arteaga.

Son ya cuatro años que ha representado a ese distrito en el Congreso local, y antes fue diputada federal, suplente y propietaria, y sin embargo por allá nadie la conoce.

La propia Gutiérrez Burciaga no ocultó la buena impresión que le causó conocer un módulo de empaque de manzana y el modelo de organización de los productores, lo cual no es nuevo, data de hace muchos años pero al parecer ella nunca había ido.

No hay pues ningún vínculo de la legisladora con este importante sector productivo de su distrito. Le falta mucho trabajo de campo.

 

LOS EMPRESARIOS empiezan a ver con reservas algunas actividades del llamado Capítulo Norte de la Cámara de Comercio de China, pues parecería que de su misión de impulsar relaciones y oportunidades de negocio, están migrando a agencia de viajes.

A varios parques industriales llegó esta semana la invitación a una reunión con

Aarón Bernal Lee, vice presidente de ese organismo, y en lo corto les precisan que es hijo del Secretario de Salud en Coahuila, Roberto Bernal, y que la idea es venderles un viaje a China.

Claro, cada quien es libre de hacer su luchita, pero mejor que dejen al margen a la Secretaría de Salud, para no caer en algún conflicto de intereses o ejercicio indebido del poder público.

Autor

Eduardo De la Peña de León