Alameda Zaragoza
En esta ocasión te platico sobre un lugar que indiscutiblemente alberga recuerdos para todos los Saltillenses, me refiero a la Alameda, cuya construcción inicio en 1856, aunque es justo decir que existen registros que en 1835 Antonio López de Santa Anna, en su estancia en Saltillo de camino al Álamo, decretó su construcción.
Un lugar lleno de fresnos, nogales, sauces, entre otras especies, que si bien le llamamos Alameda, no hay un solo álamo plantado en ella.
El encargado de realizar los primeros trazos de la Alameda y de plantar aquellos jardines recién nacidos fue Don Braulio Flores, mejor conocido como “El Rey Dormido”.
Muchos acontecimientos históricos se han festejado en nuestra hermosa Alameda, como lo fue cuando Antonio García Carrillo, Juan Antonio de la Fuente y Andrés S. Viesca celebraron la desocupación de las fuerzas francesas quienes se aventuraron a profanar con sus plantas nuestro suelo mexicano.
Si bien, como lo mencioné, la construcción de la Alameda inició en 1856 la formalización de esta se dio cuando los Saltillenses recibimos la parte sur en donación, la cual fue realizada por doña Adelaida Zepeda de Gonzales en 1879; y la parte norte en 1895 fue adquirida a doña Ignacia Farias de Berrenechea y Pedro Berrenechea, quienes la vendieron por 3 mil, pesos transacción reconocida por el registro público de la propiedad.
En aquellas fechas la Alameda estaba dividida en dos secciones, la norte llamada Parque Zaragoza y la sur Porfirio Díaz, cuya segmentación se encontraba marcada por un camino de tranvías de mulas, hasta el 5 de mayo de 1897, fecha en la cual llegó la efigie del general Ignacio Zaragoza en su corcel, llamado “Telégrafo”, monumento del escultor Jesús Contreras, para inmortalizar la victoria de la republica sobre el imperio.
El gobernador Nazario S. Ortiz Garza, construyó el lago de la República, en el cual estuvo durante un tiempo el monumento a nuestro Poeta Manuel Acuña; en ese lago don Rubén, rentaba pequeñas balsas para pasear en él.
Entre los arboles de la Alameda Zaragoza se encuentra el Padre de la Patria, Miguel Hidalgo, cuya estatua llegó en 1953. Para 1957 hace su arribo la representación en bronce del Padre de la Constitución, Don Venustiano Carranza y el obelisco a los Niños Héroes. Hoy sor Juana Inés de la Cruz declama sus poemas en nuestra Alameda.
Nuestra Alameda es un excelente lugar para, caminar, correr, jugar, descansar o leer, orgullo de Saltillo, nuestra Alameda Zaragoza, sin duda un paseo que no se puede dejar de disfrutar y mucho menos de presumir.
La Alameda Zaragoza un bello espacio para nuestra hermosa ciudad de Saltillo.