JUAN ANTONIO MARTÍNEZ BARRIOS
Al inicio de la gestión municipal de Jorge Zermeño Infante, el año pasado, dijimos en este espacio que el tesorero Hernán Sirgo Ortiz había llegado al puesto no para servir, sino para servirse. Y eso es lo que ocurrió.
Desde su llegada como responsable (o irresponsable) de las finanzas municipales, no hubo mes que Sirgo Ortiz no diera elementos o incurriera en irregularidades que motivaran la denuncia pública o la formal de parte de los regidores de oposición, ya sea ante la Contraloría Municipal, ante la Auditoría Superior del Estado o de plano ante el Congreso Local.
Que el pago por inexistentes capacitaciones con recursos del Fortaseg, que una red de corrupción, que los 20 millones de pesos desviados al Simas sin la autorización correspondiente, que otro presunto desvío de dineros del Centro Histórico. Pero lo que derramó el vaso fue la compra de radios, cámaras y equipos de GPS en la que estaría también involucrado un hijo del alcalde.
El ahora extesorero se equivoca si cree que con su renuncia se le terminaron los problemas y la elevada presión que ya le pesaba sobremanera. Nada más que espere próxima la revisión de cuentas del año pasado por parte del Congreso del Estado.
Además de todas las irregularidades mencionadas, Sirgo Ortiz de manera por demás irresponsable, sintiéndose dueño de las finanzas municipales, asumió posturas muy personales y sucumbió a afanes vengativos, como los ocho juicios que enfrentaba contra el Grupo Papadópulos, que encabeza Arístides, juicios por los cuales todavía no está libre de pisar la cárcel.
Argumenta el ex colaborador de Jorge Zermeño que sus negocios requieren mayor atención. Si los mejores negocios los hizo al amparo del puesto que ocupaba y traicionó la confianza del alcalde, quien este miércoles al anunciar la renuncia de Hernán Sirgo esperaba “que no haya comentarios que no corresponden”. Imposible. Quizá cualquier especulación “sí corresponde” y se queda corta.
Para la fracción priista del Cabildo la salida de Sirgo Ortiz “obedece a los pendientes de aclarar respecto a irregularidades”. Vaya que tiene mucho que aclarar quien decepcionó a Zermeño Infante.
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