Javier Villarreal hunde a Moreira…para salvarse él mismo

 

Lo acusa de haberse apropiado de 3 mil millones de pesos

Este miércoles, el periódico El País de España, publicó un amplio reportaje en el que da cuenta de las declaraciones que el ex secretario de Finanzas de Coahuila, Javier Villarreal Hernández, había hecho ante una corte en San Antonio, Texas, en las cuales acusa al ex gobernador de Coahuila Humberto Moreira Valdés, de apropiarse de dinero público. Estas declaraciones formarían parte del testimonio de Villarreal Hernández con el que busca ser declarado inocente en el juicio que se le sigue, o al menos reducir una eventual condena, a cambio de incriminar al ex mandatario y a otros funcionarios públicos.

    Por considerarlo de interés para nuestros lectores, reproducimos a continuación lo publicado por El País:

Humberto Moreira, expresidente del PRI y exgobernador de Coahuila, se apropió de dinero público mediante licitaciones públicas en las que participaron sus empresas, algunas de las cuales llegaron a facturar 26.1 millones de euros (600 millones de pesos), según la declaración que prestó en San Antonio (EE. UU.) Javier Villareal Hernández, el que fuera su secretario de finanzas entre los años 2008 y 2010, a la que ha tenido acceso EL PAÍS. Su testimonio ha logrado la reapertura en España del caso Moreira archivado provisionalmente por la Justicia española. El testigo afirma que se “sobrefacturaba e inflaban las facturas”.

Villareal declaró el pasado 13 de diciembre en Texas frente al fiscal de la esa localidad Rusell Leachman, el fiscal anticorrupción español Juan José Rosa y varios funcionarios de la Policía que viajaron desde Madrid para tomarle declaración en el marco de otro caso en el que el testigo está incurso en los EE. UU. Moreira emitió ayer (miércoles) un comunicado en el que niega todas las acusaciones y defiende su inocencia.

Según el testimonio del antiguo colaborador de Moreira se facturaron durante su etapa como gobernador “14.000 millones de pesos (610 millones de euros) en los seis años de Gobierno de Humberto. Este a través de Unipolares y Publicidad del Norte (una de sus sociedades) se llevó 600 millones de pesos (26.1 millones de euros).

Entre 2005 y 2010 Villareal aseguró a los fiscales haberse encargado de la gestión económica de Moreira “al margen de su función pública”, “mantenimiento de casa, viajes, coches, todo lo que necesitara Humberto. Que en ese ámbito, tuvo conocimiento o consciencia de que Humberto Moreira se apropiaba de dinero público, malversar dinero. Manejaba distintos pagos a empresas, de obras públicas, comunicaciones, publicidad, cuando tenían que hacer pago a una empresa pública, algunas necesitaban licitación y otras no hacía falta, con solo acreditar tres valía, y cree recordar que con cinco millones de pesos no hacía falta licitación pública. En este tipo de licitaciones, Humberto Moreira participa con empresas suyas”, dice textualmente el acta de su declaración.

Villareal afirma que en relación con la empresa Unipolares y Publicidad del Norte, “desde 2006 le pagaba el Gobierno de Coahuila a dicha empresa, se inflaba más de lo que le pagaba, había una sobrefacturación. Si el servicio, por ejemplo, era de 100, se emitía factura y pagaba por 130”. El testigo asegura que conserva facturas y fotografías de sus acusaciones y que las aportará si se le requieren. Asimismo, que dispone de documentación que acredita como esta empresa «sacaba el dinero fuera».

Afirma que el dinero era para el gobernador de Coahuila, para el partido y para pagar a los votantes en las campañas

El testigo señala que esta empresa del expresidente del PRI no tenía estructura para prestar los servicios que facturaba y que los subcontrataba a otras compañías, las «cuales eran también de funcionarios de Coahuila, por ejemplo, David Aguillón, quien fue secretario de Gobierno entre 2011 y 2012, presidente del PRI en Coahuila, desde 2012 al 2015-16, y actualmente presidente de la Fundación Colosio. Se manejaba unos 3.000 espectaculares, y Humberto tenía unos 700 espectaculares, postes de publicidad». Villareal acusa a su exjefe de quedarse «para uso personal con el dinero que obtenía de manera ilícita».

Sobre la relación de Moreira con los hermanos González Treviño, el testigo dice que los conocía porque les pagaba los servicios, la televisión, la radio y los espectaculares (publicidad). «Se pagaban unos 25-30 millones al mes, durante seis años, a Casimiro González. Estos eran pagos del Gobierno, encubriendo pagos que no eran por trabajos reales, se emitían facturas, y al final el dinero iba a empresas del propio Humberto Moreira». «El primer compromiso con Humberto de los hermanos era que le fuera bien, le apoyaban al principio y después de ser gobernador».

Villareal señaló a los fiscales el nombre de otras empresas con las que supuestamente Moreira consiguió obra pública mediante presuntas irregularidades. Así, se refiere en su declaración a Construcciones Chavana y a Diamante. Al frente de las mismas estaban otras personas de la confianza del ex gobernador que cobraban una comisión por hacer esto, se pagaba el 8 por ciento». El testigo señala a María Elena Chavana Martínez y Marco Martínez. «Se adjudicaban, se emitían facturas infladas y se abonaban», apostilla.

El testigo puntualiza que, en realidad, la obra pública se ejecutaba, pero se «inflaba la factura». «pero en el caso de los medios de comunicación no era así, porque no se veía. Se emitían facturas, que estas empresas admitían, y se quedaban con el 8 por ciento». «Ese dinero tenía distintos fines, se pagaba publicidad a gobernadores, lo pagaba Humberto Moreira para promocionar otros candidatos porque quería ser presidente del PRI, de esta manera, tenían que agradecerle que fueran gobernadores».

El exsecretario de finanzas acusa a Moreira en su declaración de haberse apropiado de 130 millones de euros (3.000 millones de pesos), «dinero tanto para él como para el partido». Ese dinero, según su testimonio, se usaba para rentas de casas, para despensas, y para el día de la campaña». Villareal afirma conocer estos pagos ilegales porque era el encargado de «dar el dinero para que se pagara a los votantes, pudiéndose haber entregado para Coahuila 800 millones de pesos el día de la votación». Si el Gobierno no disponía de dinero para esos pagos se llegaba a acuerdos con empresas para que lo adelantaran.

Según Villareal, el expresidente del PRI nunca ponía nada a su nombre. Lo hacía al de su esposa. Le acusa de tener cuentas fuera de México a nombres de terceras personas cuya identidad no facilita. El testigo reconoce que su antiguo jefe le pagaba muy bien, que ganó más de 80 millones de pesos y que lo invirtió en terrenos.

También, prestó declaración en Texas ante el fiscal y los policías españoles, Rolando González Treviño, al que favoreció Moreira, según Villareal. Treviño reconoció que el exgobernador de Coahuila «intermedió» en la venta de una de sus radios en 2009 por 1.800.000 dólares, cantidad que se abonó en una cuenta en EE. UU. La emisora era La Grande de la frontera Chica y el grupo comprador Radiorama. Afirma que «Humberto le buscó quien podía comprar mejor».

En base a estas declaraciones, los fiscales anticorrupción españoles José Grinda y Juan José Rosa pidieron al juez Santiago Pedraz la reapertura del caso. Moreira fue detenido en España en 2016 bajo la acusación de blanqueo de capitales y colaboración con el cartel de Los Zetas. El magistrado y posteriormente la Sala de lo Penal de la Audiencia Nacional sobreseyeron el caso de forma provisional al considerar insuficientes los indicios presentados por la acusación. El testimonio de Villareal vuelve a poner el foco de la Justicia española sobre el expresidente del PRI.

 

UNA PEGATINA DE SALVOCONDUCTO CON LOS ZETAS

Los fiscales norteamericanos y españoles preguntaron en Texas a Javier Villareal sobre la presunta relación de Humberto Moreira con Los Zetas, el cartel mexicano de la droga. Sobre un supuesto acuerdo de no agresión entre el Gobierno de Coahuila, cuando Moreira era gobernador, y esta sanguinaria banda el testigo respondió que «ellos no tenían problemas, porque podían moverse por todos los lados» y que en el caso de haberse hecho ese pacto sería a nivel del Procurador.

El exsecretario de finanzas de Moreira añadió que «para no tener problemas, llevaban en la camioneta una pegatina roja, y cuando personas del crimen organizado, narcos, la veían les dejaban tranquilos». Ni él, ni el gobernador llevaban escolta.

Según Villareal, los problemas comenzaron cuando nombraron presidente del PRI a Moreira, «cuando los Zetas dispararon balaceando Coahuila». Uno de los hijos del propio Moreira fue asesinado supuestamente por esta banda de narcotraficantes.

A preguntas de los fiscales, afirmó que tenía constancia de que Moreira se había reunido en una ocasión con Juan Manuel Muñoz Luévano, alias Mono Muñoz, el presunto jefe de Los Zetas en Europa detenido en Madrid y pendiente de ser extraditado a EE. UU. (Con información del periódico El País, de España)

Aclara Humberto Moreira: no estoy siendo procesado ni en España, ni en México ni en EEUU

“En relación con la noticia que hace referencia a una posible reapertura del procedimiento en el que se juzgó y exoneró a Humberto Moreira en España se deben matizar una serie de aspectos sobre las informaciones que están siendo publicadas en los medios de comunicación”, se lee en una carta que la oficina de prensa del propio Moreira difundió este jueves.

“En primer lugar es fundamental dejar claro que reapertura del procedimiento tiene como finalidad que el juez español, al haberse aportado testimonios sin su conocimiento ni intervención, lo que representa una muy grave irregularidad que puede dar lugar a la nulidad de los mismos, compruebe la veracidad las declaraciones interesadas que Héctor Javier Villarreal y Rolando González Treviño habrían prestado en San Antonio (Texas) respecto de Humberto Moreira, sin intervención de la defensa.

Esta reapertura para comprobación de veracidad se trata de un mecanismo habitual siempre que algún elemento nuevo llega a disposición de la Administración de Justicia española.

El Juez busca por tanto comprobar la veracidad de dichos testimonios con la participación de la defensa dado que estos han sido pactados a cambio de beneficios diversos respecto de la situación penitenciaria de cada uno de aquellos. En este sentido, es importante dejar claro que el fiscal Russel Leachman no ha utilizado contra Humberto Moreira en la jurisdicción de ese país los testimonios de los señores Villarreal y González, lo cual evidencia la falta de credibilidad y consistencia de los testimonios de referencia.

Por su parte, la defensa de Humberto Moreira niega rotundamente la veracidad de las declaraciones de los señores Héctor Javier Villarreal y Rolando González Treviño. No se ajustan a la realidad y suponen un agravio más contra el señor Humberto Moreira.

Igualmente, la documentación cuya ratificación se solicita, fue aportada por la defensa antes del sobreseimiento y demuestra, precisamente, el origen lícito y legítimo de los fondos de Humberto Moreira utilizó en España. Esto quedó demostrado mediante acta notarial. Ahora se pide la ratificación judicial.

La defensa muestra su conformidad con estas diligencias, y con su práctica demostrara la falta de consistencia de la acción de la fiscalía y la falta de base para la reapertura acordada. A tal efecto recurrirá ante la autoridad judicial la misma, sin perjuicio de colaborar en esclarecimiento definitivo de los hechos de los que injustamente está siendo acusado el señor Humberto Moreira”. (EL HERALDO)

 

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El Heraldo de Saltillo
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