Observan que la leche materna sirve como elemento de maduración del sistema inmune del neonato, donde intervienen moléculas, factores de crecimiento y bacterias particulares
Un grupo de investigación encabezado por Jaime García Mena, titular del Laboratorio de Genómica Ambiental del Departamento de Genética y Biología Molecular del Cinvestav, se ubicó dentro de los cinco finalistas de 70 propuestas, en el certamen Investigación sobre Microbiota Intestinal 2018, organizado por la Biocodex Microbiota Foundation.
Consciente de la importancia del fomento a la labor científica como vía de acceso a una mejor calidad de vida, Biocodex Microbiota Foundation, organización de origen europeo, lanzó su convocatoria de investigación 2018 con el objetivo de ampliar el conocimiento en torno a la microbiota intestinal y su relación con diversos padecimientos que más afectan a los mexicanos.
El propósito del concurso es fomentar el estudio de la microbiota, que es clave en la búsqueda de alternativas de diagnóstico y tratamiento para diversas enfermedades como obesidad, diabetes, cáncer e incluso trastornos neurológicos.
La investigación del equipo científico del Cinvestav, en estudios preliminares, encontró que la leche materna de las mujeres mexicanas contiene protobacterias, como pseudomonas, que podrían causar algunas infecciones.
“Nos sorprendió encontrar este tipo de bacterias y una de las hipótesis es que los bebés mexicanos están expuestos a ambientes poco salubres, provocando que la madre recolecte las bacterias y las inocule al bebé, a través de su leche, para de alguna manera inmunizarlo”, explicó Karina Corona Cervantes, miembro del equipo de investigación encargada de realizar los análisis microbiológicos.
Además, la investigadora señaló que “estas bacterias son con las que el bebé estará en contacto el resto de su vida, le sirven para prepararlo y así prevenir infecciones en el futuro y sea menos susceptible a esos ataques bacterianos o tenga una mayor defensa”.
Desde el punto de vista científico la leche materna no solo es un alimento, es una vía para nutrir al niño, también sirve como un sistema de maduración de su sistema inmune donde intervienen muchas moléculas, algunos factores de crecimiento y bacterias particulares que el organismo de la madre ha seleccionada para preparar una fórmula bacteriana adecuada, que contiene información genética para el neonato.
Se sabe que la leche materna transita por tres estadios: la primera (calostro) que tiene una duración de siete a 10 días, tiene una consistencia y apariencia diferente; la de transición; y la madura, que el bebé recibe después de un mes. Además, la leche de una misma madre no es la misma con el paso del tiempo, pero tampoco es igual durante la mañana, tarde o noche, la composición, con base en las observaciones hechos, es que cambia.
“En realidad no sabemos en qué momento la leche materna genera mayores beneficios, es parte de lo que estamos documentando, sólo se sabe que hay una variación, ya desde el aspecto físico de la leche extraída a diferentes horas del día no es igual, al menos su composición revela que no es la misma y nosotros estamos en espera de confirmar las diferencias bacterianas”, sostuvo Jaime García Mena.
Igrid García Gonzalez, investigadora que coordina el estudio, sostuvo que el proyecto consiste en la caracterización de la microbiota en la leche materna de madres mexicanas, su interés científico es revisar los antecedentes en la literatura, conocer cómo se comporta la mocrobiota en esta población, que tiene la característica de ser extremadamente heterogénea desde el punto de vista étnico, por la gran variación ancestral de las regiones geográficas.
El proyecto, independientemente de conocer cuál es la diversidad de esa microbiota, pretende observar cómo varia ésta en las diferentes regiones del país, debido a que ya se conoce que existe una variabilidad intrapoblacional e interpoblacional de la microbiota publicada ya para otras sociedades, pero no se conoce nada acerca de la población mexicana.
“Nos interesa estudiar no sólo los componentes microbiológicos de la leche y además estamos integrando un conjunto de variables que ya sabemos pueden ser factores moduladores de la microbiota en la leche; son factores sociodemográficos, clínicos, epidemiológicos y antropométricos de las donantes”, destacó García González.
Hay muchos factores que intervienen en la variación de la leche materna, puede ser el tipo de parto, condiciones del hospital, edad gestacional, peso, alimentación y enfermedades metabólicas que pueden influir en la microbiota, por ejemplo en países desarrollados la leche tienen otro tipo de bacterias, como firmicutes y bacteriodetes.
“Pretendemos contribuir con información científica para promover en las madres el hábito de amamantar a sus hijos recién nacidos y que el sector público ofrezca instalaciones para facilitar a las madres la extracción de este alimento para sus hijos”, aseguró Jaime García Mena. (CINVESTAV)
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