Irán vence a Marruecos en el último minuto con un autogol

Photo: Saeid Zareian/dpa

 

El seleccionado de Irán venció hoy a Marruecos por 1-0 en el minuto 95 en la apertura del Grupo B del Mundial de fútbol de Rusia en un partido que se guardó la única emoción de la calurosa tarde para la jugada final.

El tanto fue un cabezazo en contra de Aziz Bouhaddouz tras un tiro libre ejecutado desde la izquierda por Haji Safi.

El agónico gol produjo una explosión ensordecedora en el Arena San Petersburgo, que contó también con el regreso de las vuvuzelas al Mundial después de su prohibición en Brasil 2014.

Irán consiguió apenas la segunda victoria de su historia en los Mundiales. Desde el triunfo 2-1 sobre Estados Unidos 2-1, en Francia 1998, no había podido ganar.

Marruecos se llevó una gran decepción, ya que fue el equipo que más ambición tuvo para conseguir la victoria, pero el cerrojo defensivo y los peligrosos contragolpes de Irán prevalecieron.

Fue una gran ocasión para el conjunto del portugués Carlos Queiroz de sumar tres puntos, ya que sus próximos dos partidos serán de altísima dificultad, ante España y Portugal, que se miden más tarde en Sochi. Irán jugará su próximo partido el miércoles 20 ante España en Kazán.

En un partido de bajo vuelo, el agónico tanto en propia valla de Bouhaddouz -ingresó faltando 15 minutos- y el sonido de las vuvuzelas fueron los únicos puntos altos en la bienvenida al Mundial en el Arena San Petersburgo, en el que 62.548 hinchas ensordecieron con las trompetas africanas que fueron muy populares en el Mundial de Sudáfrica 2010 y luego prohibidas en Brasil 2014.

En el campo, la apuesta de Marruecos por la tenencia del balón, proponer juego y buscar desbordes por las bandas no funcionó. Por momentos logró generar peligro con Noureddine Amrabat lanzando centros (en el primer tiempo Belhanda cabeceó apenas desviado), pero la alta posesión del balón (superior al 65%) no pudo traducirla en gol.

Una ocasión clara fue cuando Mehdi Benatia, prolijo y ordenado en la zaga, tuvo ocasión de marcar a los 7′ de frente al arquero Beiranvand, que tapó muy hábilmente un remate del defensor de Juventus después de un balón perdido en el área tras un córner.

Irán fue la contracara: buscó pelotazos largos, poquísimo juego asociado y un sistema rígido de 4-2-3-1 con Sardar como única referencia para los contragolpes rápidos en la delantera. Tuvo un 37% de posesión en la primera mitad y apenas completó 58 pases.

Pese al acecho y el dominio de Marruecos en la posesión, Irán se mantuvo fiel al plan de Queiroz de aguantar y contragolpear rápidamente por el centro.

Pero, curiosamente, fue por la banda donde llegó el premio: cuando el partido moría sin gloria, una infracción bien cobrada por Safi encontró el corazón del área y Bouhaddouz se zambulló hacia el lado contrario para dejar mal parado a su compañero El Kajoui y desatar el delirio de miles de iraníes, que no gritaban un triunfo en una Copa del Mundo hace 20 años. (dpa)

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El Heraldo de Saltillo
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