FRANCISCO TOBÍAS H.
La niña atropellada
En esta ocasión te platico de un accidente automovilístico y de dos cartas, una de la sociedad de madres y maestras del prestigiado Colegio Roberts, que por cierto bien merece una Cápsula Sarapera por ser una institución de gran tradición y prestigio de esta hermosa ciudad, y la otra carta fue del Presidente Municipal.
Todo esto que te platico sucedió en el mes de febrero del no tan lejano año de 1933, e inicio con el atropellamiento de una niña de 7 años de edad, quien era hija de don Apolonio Santos Coy.
El día 9 de marzo de ese mismo año la sociedad de madres y maestras del Roberts, envió una misiva al H. Ayuntamiento de Saltillo, en la cual exigían al departamento de tránsito y a la presidencia municipal que los conductores de carros y camiones dieran cabal cumplimiento a las leyes y que en su caso se les infraccionara e impusiera un castigo ejemplar.
Las madres de familia y las maestras afirmaban que estos accidentes se presentaban de manera frecuente, debido a que los conductores consideraban el castigo muy leve, por lo que proponían que después de un atropellamiento la autoridad le retirará el vehículo del accidente al chofer, para que así tuvieran más precaución al conducir.
Las quejosas aseguraban contar en breve con la respuesta de la autoridad y la contestación no tardó en llegar. Para el día siguiente Juan F. Vázquez, quien era el presidente Municipal de esta hermosa ciudad de Saltillo, rubricó una carta dirigida a las madres y maestras del Roberts, en ella la autoridad manifestó el apoyo en todo a las propuestas y que dichas ideas serían enviadas de inmediato al Superior Gobierno del Estado y al departamento de tránsito.
La autoridad municipal fue enfática al señalar que ejercería una estricta vigilancia y a la vez impondría los correctivos necesarios con el objetivo único de evitar accidentes.
Estimada y estimado Saltillense quiero informarle que en la investigación que realicé, no encontré si la niña atropellada recupero su salud, y deseo de verdad que así haya sido. Lo que si les puedo asegurar es que hoy, quien atropelle, le mandan su carro al corralón.
Hace 85 años una niña de 7 años fue atropellada por un conductor que no tuvo cuidado al conducir, esta es una historia nada agradable pero sucedió en esta hermosa ciudad de Saltillo y quiero aprovechar para decirles, ¡Por eso si manejo no texteo!